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En la tienda de Salvador Bachiller del número 37 de Montera se oculta un secreto que todos deberían conocer: una tetería vintage y una terraza repleta de flores, un oasis de calma en medio de la capital.
Los jardines ocultos en el corazón de una ciudad tienen el encanto especial de convertirse al mismo tiempo en una sorpresa, un remanso de tranquilidad y un espacio para la naturaleza que hasta el urbanita más amante del bullicio de Madrid agradece de vez en cuando. Al estilo de Federica & Co., el jardín secreto de Salvador Bachiller sorprende gratamente a quien tiene la suerte de descubrirlo y se convierte en uno de los sitios más tranquilos de la capital para detenerse un instante, literal y figuradamente, a oler las flores.
Las dos primeras plantas de la tienda de Salvador Bachiller, y más allá de lo cual el transeúnte medio no sospecha que se oculte nada, están dedicadas a la venta de los productos tradicionales de esta marca: maletas, bolsos, complementos… Pero en la tercera y la cuarta planta se esconden, respectivamente, un salón de té y un jardín secreto en una terraza que puede estar abierta o cerrarse mediante cristaleras en los meses más fríos.
La sala de té imita a los ambientes británicos más sofisticados y clásicos, con un mobiliario de estilo vintage que invita a reclinarse en una butaca junto al fuego. Decorado con gusto, el espacio es amplio, tranquilo y transmite clase, pero la oferta que podemos degustar tiene precios asequibles: café, té, zumos, refrescos, batidos y comida ligera como ensaladas o gazpacho.
En la cuarta planta nos encontramos el jardín, donde podemos estar al aire libre aunque resguardados a la sombra, y que cuenta incluso con vaporizadores de agua que lo convierten en un rincón ideal para escapar al calor del asfalto y el tráfico de Madrid en los meses de verano. Lleno de coloridas plantas y flores como enredaderas, arbolitos, hortensias y lavanda, está decorado con mucho cuidado al detalle con muebles de jardín antiguos de estilo rústico.
La oferta del salón de té se continúa también en la terraza, donde se pueden comer platos como la ensalada César con pollo confitado, el cous cous con verduras y pollo, el humus con confit de pato, platos de pasta o la crema del día. En cuando a lo dulce, las tartas (sacher, de queso o de zanahoria) son el acompañante perfecto a una infusión o a un café servido en una elegante vajilla vintage para una merienda memorable en las alturas. También podemos bebernos un cóctel como el mojito de fresa, una copa de cava o de vino o un refrescante sorbete con un mensajito inspirador incluido, por precios razonables.
Mesas de madera antigua, sillas de hierro forjado o de mimbre, macetas colgantes, candiles… Todo tiene un encanto especial: la carta viene dentro de una casita de pájaro, el menú imita a un libro de postales, los hielos son luminosos, y las camareras visten un uniforme de color rojo brillante que imita al de las azafatas de los años 50 y 60.
Si tienes la oportunidad de visitarlo, ya lo sabes: no puedes perderte uno de los lugares más agradables y tranquilos de Madrid, esperándote donde menos te lo esperas en una de las calles más céntricas y ajetreadas de Madrid.
Nombre: Sala de Té y Jardín Secreto de Salvador Bachiller
Sitio Web: Jardín Secreto
Lugar: Calle Montera 37, Madrid
Metro: Gran Vía, Sol
Wifi: Sí
Horario: De Domingo a Miércoles de 11:00 a 23:00. Jueves a Sábado de 11:00 a 01:00.
Qué ofrecen: Comida ligera, meriendas y desayunos, amplia selección de bebidas en ambientes tranquilos y decorados con gusto.