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En esta ocasión nos vamos de viaje a Myanmar de la mano de Pablo Gianella un Licenciado en Ciencias Políticas, entusiasmado por los viajes y la Historia. Estas pasiones le llevaron a desplazarse hasta un país tan desconocido por la mayoría, como es la antigua Birmania, para ocupar el puesto de Sales Executive en Pegu Travels, una agencia muy especial en la que se dedica a hacer viajes a medida para personas de habla castellana y francesa.
¿Qué te ha llevado hasta Myanmar? ¿A qué te dedicas aquí?
Vine por razones personales, pero sin intención de quedarme. Sólo quería estar 5 o 6 meses y me enamoré tanto del país, sobre todo de la gente, lo cariñosos que son, cómo te tratan y te cuidan… que, aunque vine una primera vez de forma temporal y luego seguí conociendo el resto del Sureste Asiático, volví aquí por todas esas razones ya con vistas a encontrar trabajo. También me interesó muchísimo su política e historia (muy desconocida para mi antes de llegar).
Me enamoré de Myanmar por su gente. Tienen una forma que te atrapa.
Soy constructor de viajes y lo que hago prácticamente es ayudar a gente de España, Francia o Latinoamérica interesada en visitar un país tan desconocido como éste, preparándoles un viaje a Myanmar muy a medida. Yo conozco este lugar muy bien y mi misión es adaptarme a sus preferencias y gustos, lo que quieren ver, las actividades que les interesan y crear su plan perfecto para sus vacaciones.
¿Qué es lo que te engancha de tu trabajo?
A pesar de tener un cargo dentro de mi agencia que nos puede trasladar mentalmente a lo comercial, a mí lo que me engancha es el toque personal, la complicidad que tienes con el cliente, con la persona con la que llevas tanto tiempo hablando de su viaje a Myanmar, ya que hay gente que viene a mí un año antes y recorro con ellos un largo camino que incluso dura más que el propio viaje, pero es importante para que todo salga a la perfección.
Trabajar aquí me ha enseñado cosas del país que a veces ni siquiera mis amigos de aquí las saben
Igualmente, mi trabajo me ha permitido conocer más a fondo la historia del país, de tal manera que hasta a veces les cuento cosas a amigos o conocidos birmanos que ellos mismos ni sabían… y eso me ha llevado a sentirme también muy vinculado emocionalmente con Myanmar.
¿Qué es lo que se hace difícil un viaje a Myanmar y por lo que acuden a ti muchos clientes?
Como decía antes, hay algunos que vienen con mucho tiempo con antelación, pero otros, vienen 15 días antes, que es muy poco tiempo de margen para un viaje a Myanmar, incluso un mes sigue siendo poca anticipación. Esto no es un país como Tailandia, que lleva años recibiendo gente y puedes organizar tu día a día casi desde el móvil, sino que estamos en un lugar que se ha abierto al turismo hace nada. De hecho, antes no daban visas por más de 7 días, lo que te permitía ir a tan solo 2 sitios, por ejemplo Lago Inle, Bagán antes de salir del país. Ahora, al existir visas de hasta 28 días en el caso de un turista normal, hay más margen para conocer más cosas llegando a zonas que antes no daba tiempo a visitar.
El país se ha abierto al turismo hace relativamente poco. Eso hace que aún las infraestructuras no sean muy buenas, pero lo virgen que es forma parte del atractivo de Myanmar
Pero las principales dificultades, al hilo de que este país recibe gente desde hace poco, es que aún no tiene unas infraestructuras muy desarrolladas. Hacer viajes internos, sobre todo en autobús, puede ser realmente un desafío, además de que los hoteles aún se están adaptando a los estándares. De hecho, algunos todavía no incluyen cosas tan sencillas como un desayuno continental. Nosotros hacemos visitas de vez en cuando a algunos y les guiamos con lo que los turistas esperan. A su vez, recomendamos a los turistas dónde es mejor pasar su estancia y cómo organizar los tiempos según sabemos que funcionan las cosas aquí.
¿Podríamos entonces decir que un viaje a Myanmar sería de lo más “virgen” que podríamos visitar en cuanto a destinos dentro del Sudeste asiático, verdad?
En Asía, definitivamente. Sería lo más virgen exceptuando Corea del Norte, ya que ha sido un estado ermitaño durante 40 o 50 años, lo que hace que sea a la vez muy atractivo, ya que al estar cerrado tanto tiempo, se mantienen muy bien las tradiciones. Es cierto que en los últimos 2 años Yangón ya se ve que ha cambiado: se ven algunos rascacielos, edificios nuevos, el aeropuerto es novísimo… pero a poco que callejeas te das cuenta de que es un país que está atrás en el tiempo, por lo que es muy auténtico. Hay que tener en cuenta que hace 4 años no había Internet más que para algunos privilegiados, ni tarjetas SIM.
¿Cómo es la gente de Myanmar?
Son extremadamente curiosos. En lugar de intentar venderte algo, se te acercan a preguntarte de dónde eres, qué haces aquí…te van a decir algo que les suene de tu país. La mayoría por curiosidad, pero también muchos lo hacen para practicar el idioma, sobre todo el inglés, que es el que más hablan los turistas que viajan hasta aquí. También son personas muy optimistas, con mucha ilusión, en parte por lo que hablábamos antes: han tenido cambios y avances radicales muy recientes. Aquí puedes ver situaciones de mucha pobreza y desigualdad, pero el hecho de poder acceder a Internet, tener esa cantidad de conocimientos al alcance de la mano, escuchar otras músicas, ver series, películas… hace que lo que están presenciando es tan rápido e innovador que les hace ser optimistas con su futuro.
Y otra cosa bonita es que trabajas en un sector que ayuda al cambio y desarrollo del propio país, ¿no?
Sí, por supuesto. El sector del turismo es el primer influjo económico que este país está teniendo. Se invierte en hoteles, restaurantes, tiendas y aunque parte del dinero pueda ir a ciertos grupos de personas ya privilegiadas (esa parte no se puede controlar), al final también ese dinero queda aquí, en los trabajadores, en los bienes y servicios que las personas que tienen negocios consumen a su vez. De hecho, por ejemplo, los guías, los conductores, los barqueros que contratamos, tienen una gran ilusión por prosperar, se esfuerzan por aprender mejor los idiomas de los visitantes y nos piden más trabajo, ellos se dan cuenta de que existen por primera vez oportunidades de mejora. Y que este sector vaya bien, va a repercutir al resto de los sectores que ayudarán a la mejora de todo el país.
¿Por qué dirías que amas lo que haces?
Lo que me gusta muchísimo y no tenía en otros trabajos anteriores es el contacto con la gente. Tengo que hablar con gente todo el tiempo, que se encuentra lejos y transmitirles una seguridad, además tengo la responsabilidad de su viaje, hacer que su viaje a Myanmar sea inolvidable, que son además sus vacaciones, algo muy importante que ponen en mis manos. Aunque eso es un poco estresante, a la vez engancha mucho y recompensa mucho al final, cuando alguien llega y te dice lo contento que está y te agradece tu trabajo.
Ahora te encanta lo que haces ¿Lo harías toda la vida? ¿Crees que debemos hacernos una hoja de ruta de nuestra carrera profesional?
Si, aunque me he dado cuenta de que planear es un poco inútil. Es decir, cuando yo mismo he intentado planear, me ha salido todo de otra forma incluso, en ocasiones, con resultados mejores que los que esperaba. Otras veces no es así, pero te levantas estás en otra situación y has aprendido de la experiencia, con lo cual también es válido. Yo jamás hubiera imaginado que iba a acabar en Myanmar haciendo lo que hago.
Planear en la vida es un poco inútil. Me he dado cuenta de que luego las cosas salen totalmente diferentes a lo que pensábamos
¿Y qué me dices de la vocación?
Yo nunca he sido una persona vocacional. Estudié Políticas porque me encanta la política, aunque no me gustan mucho los políticos (sé que no me sentiría nada a gusto si perteneciera a algún partido), pero sí he hecho cosas relacionadas como consultoría política y en el día a día no era nada feliz ni me sentía realizado. Y, al hilo de la anterior pregunta, llegué a planificar cosas que luego no salieron y, en mi caso, luego me he encontrado teniendo que tomar decisiones con respecto a una situación no esperada.
¿Te has dejado llevar por la vida?
Es que creo que es casi imposible hacerlo de otra forma y creo que para la felicidad personal y la realización de cada uno, da mucha frustración querer tener el control total sobre la vida. Vivimos en sociedades ya muy grandes en las que lo que te va pasando depende mucho también de otras personas, de otros planes que chocan muchas veces con los nuestros. También dependemos de cosas como la política de nuestro país, en qué país nos haya tocado vivir, depende de que, de repente te enamoras de alguien que es de otro país y te acabas yendo…
¿Qué ocurre cuando uno se quiere dejar llevar por la vida pero encuentra los “peros” de su gente más allegada o, por ejemplo, de sus padres?
Yo creo que muchas veces subestimamos a los padres. En mi caso, mi madre, que no la tengo ya conmigo, yo estoy seguro de que ella estaría orgullosa de mi, pero cuando vivía ella quería que fuera Ingeniero de Telecomunicaciones. Tras su muerte, yo que había hecho todo el Bachillerato de Ciencias, me pasé a Políticas en la universidad. Sí es cierto que mi tía, que es un poco la que ha ejercido el “papel materno” desde entonces, sí me decía que cómo iba a dejar todo, venirme aquí… pero luego es cierto que es una persona muy inteligente que siempre ha confiado muchísimo en mí y en mis capacidades y nunca me ha presionado. Sí quizás sientes otras presiones sociales, como ver cómo tus amigos ya están casados, han formado una familia…Y en ocasiones me despierto en medio de la noche aturdido y digo: “Dónde estoy”, “Ah, estoy en Yangón. ¿Y qué hago aquí?”… pero en mi caso se me pasa rápido y también veo lo que hace mucha gente que conozco, con todo el respeto del mundo (no digo que haya que irse por narices a otro país o hacer locuras) y me gusta mi vida.
Quién ama lo que hace…
Es un afortunado. No puede haber nada mejor en la vida, porque al final trabajando se dedican muchas horas de tu día a día y si tienes la suerte de desempeñarte en algo que disfrutas, es que eres un gran afortunado ya de por sí.
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