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La inspiradora historia de este restaurante situado en la calle Santa Engracia, en el barrio de Chamberí, nos transporta desde el centro madrileño al corazón de la isla más grande del archipiélago napolitano, llamada Ischia.
Concretamente nuestra historia empieza en un pequeño pueblo pesquero —Sant’Angelo— situado al sur de esta isla. En este pueblo está el origen de este restaurante tan cercano y familiar, donde el confort y el cariño nos arropan junto con sus deliciosos platos caseros.
En esencia, los dueños de la Tavernetta del Pirata han querido compartir los productos —que también se ofrecen en su pueblo costero de origen— en la capital española. Y todo ello con un cuidado muy especial a cada detalle tanto de la decoración del establecimiento como de la misma carta.
Una historia conmovedora da origen a este restaurante italiano tan especial
Todo comienza con los orígenes de la familia Poerio, más concretamente con Lucio —bisabuelo de Babi, dueña de la Tavernetta del Pirata— quien inspiró a esta familia a sacar adelante a todo un pueblo que tras el estallido de la Primera Guerra Mundial pasaba hambre por la escasez del momento.
Con su humilde barco, se convirtió en contrabandista para abastecer a la gente del pueblo y para estos se convirtió en un héroe, ofreciendo lo que buenamente pudieran a cambio. De uno de esos agradecimientos recibió una pensión modesta en las playas de Sant’Angelo.
Seguidamente, el hijo mayor de Lucio se enamora perdidamente de la joven Rosalba, una cantante napolitana con la que termina casándose. Es aquí cuando Carlo y ella crean el restaurante que sacará adelante a toda una familia enamorada de la cocina, pues las recetas fueron ideadas y pasadas de generación en generación por la nonna Rosalba.
Con Carlo atendiendo con su pañuelo atado en la cabeza y la nonna en la cocina, se consolida oficialmente la Tavernetta del Pirata, haciendo crecer el negocio familiar entre todos y manteniendo la comida de la nonna como ingrediente secreto.
La comida casera, el pilar fundamental del éxito de la Tavernetta del Pirata
Basada en productos del mar y frescos, la Tavernetta cuenta con proveedores de primera clase que aseguran la calidad de los platos.
En referencia a los entrantes, es muy conocida su Bruschetta ischitana —consistente en pan tostado con mozzarella ahumada derretida y tomate— o la Pizzette —cinco mini pizzas fritas con salsa de tomate y Parmigiano—.
Como ya hemos dicho, la especialidad de la casa son los productos del mar por lo que no puedes dejar de probar el Fritto Misto —calamares, anchoas y gambas empanados y fritos al estilo Italiano— o las Anchoas salteadas al vino blanco con hierbabuena.
A continuación, como platos principales estrella de pasta tienen la Penne alla Pirata —con tomate fresco, albahaca, aceitunas negras, alcaparras, Parmigiano y Pecorino Romano— y el Bucatoni del Nonno —con pasas, piñones, pan frito y queso—.
También encontramos el Saute di cozze e vongole, consistente en almejas y mejillones “A La Ischitana” con perejil, ajo y cebolla. Y por último el Salmón a la plancha, con salsa de frutas cítricas y miel acompañados de espárragos.
Para terminar, no puede faltar ese sabor dulce del postre por lo que cuentan con helados artesanales, macedonias frescas, crepes y tartas caseras.
«De la cazuela a la mesa»
Desde luego, con la presentación que nos brinda la Tavernetta del Pirata, su encanto y su menú, es un restaurante italiano que respeta y comparte la más pura cocina italiana manteniendo sus orígenes humildes y sus valores familiares.