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Explorar nuevos materiales es algo prácticamente obligatorio para arquitectos, ingenieros y todo profesional que se vea implicado en construcciones o reformas. Pero, ¿y a ojos del consumidor, de los particulares? También es obligatorio. De hecho, gracias precisamente a los nuevos materiales que surgen es por lo que a día de hoy se puede hablar de los microcementos con mucha más normalidad.
¿Y por qué se habla más a día de hoy sobre los microcementos? Es sencillo, porque están demostrando ser los aliados ideales para hacer reformas en suelos y pavimientos de toda clase. Vamos a ahondar mucho más en esto a continuación para que veas por qué, si tienes alguna reforma a la vista, debes tener muy presente este material.
¿Por qué es mejor usar microcemento para pavimentos?
Empresas como Topciment están fabrican microcementos que se utilizan en toda clase de proyectos. Pero, ¿por qué exactamente? No hay un único motivo, de hecho, son varias las razones por las que se está empezando a apostasr más por este tipo de material en la construcción y las reformas. Está demostrando ser el aliado perfecto para los pavimentos e incluso para las paredes.
A continuación, vamos a ver precisamente cuáles son esas bondades que están disparando su empleo a la hora de reformar o arreglar pavimentos, como también en otro tipo de construcciones o reparaciones que tienen que ver con suelos o paredes tanto en interiores como en exteriores. De hecho, acabamos de adelantar una de sus bondades, y es que puede usarse indiferentemente tanto en obras de interior como en obras de exterior.
Estas son las principales ventajas del microcemento respecto a otras opciones:
Alta resistencia
Por su composición, el microcemento presenta una alta resistencia que es ideal para suelos que van a tener mucho tránsito. Aguanta a la perfección sin apenas desgaste ni erosión, como también sin presentar imperfecciones debido al uso. Esto hace que sea no solo bueno para hacer reformas a largo plazo, sino que también aumenta su rentabilidad.
Necesitas menores labores de mantenimiento tras usarlo, así que puedes redirigir el gasto en este tipo de tareas a otros aspectos que puedan serte más necesarios. Es una ventaja muy importante.
Distribución continua y sin juntas
El microcemento no necesita que se coloquen diferentes piezas. Se distribuye de forma homogénea sobre la extensión donde se vaya a utilizar, lo que da pie a tener un pavimento continuo. Otro aspecto muy positivo de esto es que no hay juntas, de hecho no hacen falta juntas de dilatación. El material no se contrae ni se expande cuando cambian la temperatura o la humedad.
De este modo, tienes como resultado una superficie lisa, sin cortes y con un menor riesgo de que surjan grietas de cualquier clase. De nuevo, otro factor que no hace más que reforzar la enorme durabilidad de este material.
Fácil de aplicar
Para utilizar microcemento no hace falta contar con maquinaria pesada. De hecho, es uno de los materiales de construcción más fáciles de utilizar y de aplicar. Asimismo, y como ya se puede intuir por todo lo contado hasta ahora, sus tareas de mantenimiento y cuidado son la mar de sencillas. Apenas hay que preocuparse por él tanto a la hora de colocarlo como a la hora de cuidarlo con el paso del tiempo.
Lo mejor de todo es que no requiere retirar el suelo que hubiera antes de colocarlo, con todo lo que ello implicaría. Basta con colocar una capa por encima de la superficie existente, y ya está. Es ideal para quienes quieren soluciones rápidas y sin complicaciones.
Válido para interiores y exteriores
Dadas sus características, hay otro punto muy importante a favor del microcemento, y es que se puede usar por igual tanto en interiores como en exteriores. Es más, debido a su genial capacidad de adherencia, se puede emplear en toda clase de superficies. No importa si es hormigón, yeso o azulejo, siempre vas a poder cubrirlos con microcemento.
De hecho, se puede usar también para paredes además de para suelos cuando no se quieran hacer obras importantes. ¡Es un auténtico todoterreno!
A todo esto hay que sumar otros puntos muy a favor, como el hecho de que apenas eleve el nivel de la superficie tras aplicarse, su reducido coste de instalación o sus propiedades antideslizantes e impermeables.
Aunque haya mejores asilantes térmicos, el microcemento es compatible con suelo radiante. Los pros están muy por encima de los contras, y a la vista está con la cantidad de instalaciones que, día tras día, apuestan por él.