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Imposible resistirse, es un hecho. Hay ciertos lugares que por su ambiente consiguen conquistar a todo tipo de públicos y el Lion Sands Game Reserve es, sin lugar a dudas, uno de ellos. Un hotel lleno de encanto. ¿Quién no querría dormir bajo las estrellas?
Se trata de un resort ubicado en la Sabie Sands Reserve en Sudáfrica. Un serie de cabañas construidas en plena naturaleza que no dejan nada que desear a la ciudad. Gracias a ellas, se puede vivir una experiencia inolvidable en contacto directo con la vida salvaje, los animales de la zona y un cielo totalmente despejado que no ha oído hablar de contaminación.
La oportunidad de admirar el paisaje africano desde las alturas. Y es que se trata de cabañas perfectamente amuebladas que cuidan al máximo cada detalle. Las camas con dosel de las que ya hablábamos, se convierten en una pieza de gran belleza que al tiempo conceden la protección necesaria a los huéspedes de cualquier mosquito.
Se trata de un negocio familiar con una larga historia detrás. Actualmente, Nick More, Co-fundador, y Robert More, CEO, están al frente de la compañía. Empezaron en 2001 y aún siguen totalmente volcados en este gran proyecto. Trabajan bajo el mejor enfoque posible: dar a cada huésped la propiedad que más se adapte a sus necesidades y gustos. Todas ellas de una hermosura cautivadora.
Si una de sus propiedades te espera al cruzar el charco, sin duda ha merecido la pena el viaje. Nosotros nos decantamos por la más sencilla, y al tiempo, la más encantadora. El camino queda adornado por pequeños candelabros a ambos laterales, como si de luciérnagas se tratara. Y un viejo árbol corona y protege este peculiar hogar. No se trata de ficción sino de una realidad de ensueño.
Ya sean planes en familia, pareja o amigos, se convierte en una gran alternativa para disfrutar del territorio africano. Y si eres de los que prefiere la seguridad y espacios más amplios, Lions Sands Game Reserve cuenta también con propiedades que se rinden al lujo. La madera y caña se cambia por el mármol, la ducha por el jacuzzi y la vista desde las alturas por el sonido del caudal del río.
Un paraje y alojamiento en el que nos gustaría perdernos en este momento ¿Y tú, te apuntas?