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Las nuevas tecnologías han revolucionado el concepto de trabajo. Son muchos los que ya no tienen que desplazarse cada día a la oficina sino que ésta se traslada al hogar. Con más razón, se ha de crear un buen ambiente. Por ello, hoy queremos presentaros una selección de maravillosos escritorios o estudios escandinavos.
La estética nórdica por la que nos hemos decantado crea la atmósfera ideal para el desarrollo de las tareas laborales. Los materiales naturales y los tonos claros fomentan la concentración y la fluidez de la creatividad. Se huye también de los excesos, manteniendo una estética ordenada, limpia y estructurada.
El mobiliario básico, una buena iluminación y una silla cómoda son los tres básicos fundamentales. No hablamos de austeridad, pero sí de una disposición práctica y estéticamente atractiva. Por ello, los adornos están permitidos pero siempre que no se caiga en el exceso y consigan un acabado uniforme.
Se trata de estancias donde la vista esté relajada, sin grandes focos de atención. La gama de blancos, grises, negros y los colores tierra son los grandes triunfadores, mientras que la explosión de color queda reservada a pequeños detalles.
Ya hablábamos de la colorimetría y los beneficios de cada color. El blanco invoca a la pureza, la paz, la relajación, la pulcritud y la elegancia, perfecto como base para su mezcla con otros colores. Es la absoluta presencia de luz gracias a su efecto reflectante, creando espacios amplios e iluminados lo que estimula la imaginación creativa.
Los collage de recortables o fotografías sobre un tema que te apasione se convierten en un buen motor de trabajo, dado que estás en contacto permanente con aquello que te define y te hace feliz. Se ha de evitar siempre una colocación aparatosa de objetos decorativos que te impida trabajar, recuerda que han de inspirar no molestar.
La presencia de un reloj, calendario o clasificador de diseño puede convertirse en un excelente compañero. Te conceden la posibilidad de organizar tu jornada de manera eficaz al tiempo que aporta un toque especial.
Y es que el escritorio se acaba convirtiendo en reflejo del alma. Dime qué tienes y te diré quién eres. Basta con echar un ojo para saber algunos de los rasgos que definen a su dueño. Si es disciplinado, todo tendrá un lugar estratégico mientras que si es un manitas creativo, los objetos DIY brillarán pero por su presencia absoluta.
¿Y tú, qué tienes en el escritorio? ¿Te han convencido los estudios escandinavos?