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- La próxima “vuelta al cole” volverá a ser bajo las recomendaciones de prevención sanitaria. Tal y como avanza la pandemia, es evidente que el próximo curso se seguirá conviviendo con el COVID-19. Sin embargo, la incertidumbre vuelve a aparecer y profesores y padres confían en que se repita las consolidadas directrices y protocolos que tan bien han funcionado en el anterior curso.
- La vacunación progresa. Sin embargo, los niños y jóvenes hasta finales de verano no recibirán ninguna dosis de la vacuna contra el coronavirus. Según un grupo de expertos internacionales ha publicado en la revista ‘British Medical Journal’ en el que amparan que el beneficio neto de vacunar contra la COVID-19 a los niños «no está claro, por lo que, en su lugar, debería darse prioridad a las personas vulnerables de todo el mundo».
- Para hacer todo este periodo un poco más aceptable, Brains Nursery School, expertos de 0 a 6 años, recopila las principales medidas preventivas ofrecidas por diferentes organismos de nuestro país y que deben reunir las guarderías y escuelas infantiles.
Los primeros días de escuela infantil representan un momento delicado tanto para los niños como para los propios padres. Durante estas fechas no son pocos los que padecen la denominada “ansiedad de separación” o TAS, un hecho psicológico marcado por la ansiedad generada por el distanciamiento con el hogar o la gente hacia quienes se tiene una fuerte relación de apego, y este año también será de por sí un poco más a la continuidad de las medidas sanitarias provocada por la Covid-19.
Aparte de las recomendaciones que ya se conocen, la evolución de la crisis sanitaria en la que estamos inmersos nos obligará un año más a estar atentos a las principales medidas preventivas que deben cumplir las guarderías y escuelas infantiles, las cuales nos explica Susana Ortego, psicopedagoga y directora educativa en Brains Nursery Schools.
En pleno ecuador del verano y ante las últimas noticias sobre la Covid-19, la previsión es que antes de la vuelta al cole se vacunen a los niños de 12 a 17 años. Lo que sí es un hecho es que la mascarilla seguirá siendo obligatoria para los mayores de 6 años dentro de las aulas y se seguirá manteniendo todas las medidas establecidas en educación y que también han funcionado en el último curso lectivo. No obstante, según un grupo de expertos internacionales ha publicado en la revista ‘British Medical Journal’ en el que amparan que el beneficio neto de vacunar contra la COVID-19 a los niños «no está claro, por lo que, en su lugar, debería darse prioridad a las personas vulnerables de todo el mundo».
Tal y como explican desde Brains Nursery Schools «hay que plantearse afrontar uno de los momentos más delicados para los padres y sus hijos: el regreso o primer contacto con la guardería sumando la prevención sanitaria». En el caso de los más pequeños, los llantos y rabietas son las acciones habituales durante esos primeros días, mientras que en los padres surgen otra serie de sentimientos como la “culpabilidad” por dejar a su hijo al cuidado de otra persona mientras ellos se van a trabajar. «Es la vuelta al cole y, al igual que los adultos, algunos niños sienten una especie de síndrome postvacacional que se revela en nerviosismo ante el primer día de clase, intranquilidad, angustia, pérdida de apetito, etc.», comenta Ortego.
Este año, además, la preocupación e incertidumbre de los padres ante la continuidad de la pandemia de la Covid-19 puede ser un obstáculo más. Y es que las decisiones sobre las fechas y condiciones del inicio de guarderías y escuelas infantiles (de 0 a 3 años) ya están sobre la mesa de cada comunidad autónoma y de sus respectivas consejerías de educación. En este contexto, el papel de los padres es fundamental a la hora de transmitir seguridad y tranquilidad al menor. ¿Cómo? Desde Brains Nursery School ofrecen algunas claves para sobrellevar esos primeros días de vuelta a las aulas.
Transmitir confianza:
Deben transmitirle al niño la seguridad y confianza de que ellos conocen la escuela y de que es un lugar seguro y positivo para ellos, además de animar y motivar para el comienzo de esta nueva etapa. Durante el curso, premiar sus esfuerzos y sus logros y ayudarle a que aumente la confianza en sí mismo.
Comunicación con el niño y con los profesores de la escuela:
Es importante conocer cuál es el estado del niño y cómo va su progreso de adaptación, detectar inconvenientes o aspectos en los que el niño necesite ayuda o apoyo. En definitiva, es positivo que el niño vea que el padre acude de vez en cuando a la escuela, a recibir alguna charla, a alguna reunión o a ver una representación teatral, por ejemplo. Para que de esta manera relacione ambos ambientes y adquiera más confianza en la escuela. Si este tipo de situaciones no pueden llevarse a cabo por las medidas sanitarias es importante que la escuela potencie especialmente la figura del tutor, es bueno hablar con el profesor del niño para contarle cómo es su hijo y siempre que surja algún problema con el niño derivado de la escuela o vea comportamientos raros en él en casa, comunicárselo a la escuela, y viceversa.
Adaptación gradual a los nuevos horarios:
Los ritmos de sueño y descanso de los más pequeños se ven igual o más alterados que los de los adultos cuando llevan varias semanas sin madrugar. Así, despertarse temprano por la mañana es una de las partes más difíciles. De la misma forma, tener que irse antes a la cama es algo que los más pequeños de la casa tampoco llevan demasiado bien. Lo ideal es ir introduciendo ese cambio en su ritmo biológico poco a poco y durante los últimos días de vacaciones.
Asimismo, y relacionado con lo anterior, si los horarios son fijos (incluidos los de los fines de semana), y la mecánica de actividades antes de acostarse y levantarse también (lavarse los dientes, ponerse el pijama, leer un cuento…) los niños sentirán una agradable sensación de seguridad.
Ir reduciendo el tiempo de ocio:
No es conveniente acabar de golpe con esos momentos de salir a jugar al parque y sustituirlos por tiempo de hacer tareas. Lo mejor es ir poco a poco reduciendo esas horas para adaptarlas a la nueva situación escolar.
Incrementar el tiempo de estudio y deporte:
Es importante que sus horas libres sean provechosas y, además de estudiar y leer, hagan deporte o actividades relacionadas. Todo, dentro de un horario realista y factible.
Involucrar a los menores en las compras de material escolar:
A todos les suele hacer ilusión estrenar libros, carpetas, cuadernos, mochilas y lapiceros para el nuevo curso escolar, en los más pequeños preparar su uniforme, etc. Permíteles que te acompañen y elijan (en la medida de lo posible) el material con el que se sienten más cómodos. Por otra parte, decora y organiza con su ayuda su habitación para la nueva etapa que comienza y diferenciar su espacio de estudio.
Apoyo familiar:
Qué mejor forma de lograr que tu hijo se apasione con la vuelta al cole que transmitiendo buenos deseos y estimulando su ilusión. A través de frases como «Qué bien que ya empiezas el curso» o «Tus amiguitos están deseando verte, lo vais a pasar genial», lograrás que se anime y lo vea como algo agradable.
Pasar tiempo en familia:
Además de la obligación, es importante el ocio. A veces, debido al trabajo y al ritmo de vida, las familias pasan poco tiempo juntas. Para que esto no sea un inconveniente para los más pequeños de la casa, organiza excursiones en fin de semana, ayúdales con sus tareas o, mismamente, permíteles que colaboren preparando la cena contigo.
Tal y comentan desde Brains Nursery Schools «lo importante es ayudar a los pequeños a afrontar la nueva situación, haciéndoles sentir en un ambiente agradable y divertido, siempre con los principios que caracterizan a su bienestar y desarrollo como son el respeto, educación integral, autoconcepto y valoración personal, autonomía, ambiente estimulante, empatía y refuerzo». Esto, permite conocer en profundidad las necesidades del niño, orientando de esta manera la mejor formación, motivándole para la superación y favoreciendo la autoconfianza como base para un futuro de autoconcepto y autocontrol positivo.
En definitiva, el fin es lograr crear un ambiente agradable, divertido y lleno de afecto donde el niño termina encontrándose seguro, feliz y consigue desarrollar todo su potencial para que su primer contacto con la escuela sea positivo.
Consejos en los primeros días de guardería
Acompañarle. Los cambios que experimentan los más pequeños al iniciar su etapa en la escuela infantil son complicados de gestionar. Por ello, es crucial que los padres apoyen y acompañen a esta adaptación de la mejor manera posible. Los niños no deben de pensar que los abandonamos en un nuevo entorno con gente desconocida, por lo que lo primordial es que se les acompañe en los primeros días de guardería a conocer el sitio en el que pasarán a partir de ahora gran parte de su tiempo. Esto les generará más confianza y seguridad y su adaptación les resultará más fácil.
Despedirse del pequeño. En muchas ocasiones, los padres para evitar que el niño vea cómo se van, “desaparecen”. Esto solo le causa una sensación de angustia al verse en un entorno que no conoce, con gente desconocida y con niños que se sienten en la misma situación que él. Por ello, lo recomendable es transmitirle al pequeño lo que va a suceder de manera breve y concisa. Todos los días vendrá a la escuela un rato y después vendréis vosotros mismos a recogerlo u otro familiar. Con el paso de los días, verán que realizan la misma rutina, consiguiendo que entren con mayor seguridad y confianza sabiendo que volverán una vez finalizada la jornada escolar.
Ser optimista. Sin duda hay que transmitirles positivismo, es decir, hablarles de la escuela como un sitio en el que además de aprender se lo pasarán en grande junto a sus compañeros y profesores, y sobre todo resaltar lo que más les gusta a los niños, que dibujarán con muchos colores, jugarán con el resto y disfrutarán de nuestro patio, entre otras muchas actividades.
Ser pacientes y comprensivos. Cada niño es un mundo, y cada uno se adapta a las situaciones de diferente manera. Por ello, hay que saber tener paciencia y comprender el momento en el que se encuentran. En los ratitos en los que estéis juntos, podéis hablarles y sacarles el tema de la guardería siempre que ellos se sientan cómodos hablando.
Medidas de seguridad sanitarias
Por último y siguiendo el protocolo para la población escolar se seguirán llevando a cabo las medidas de seguridad sanitaria derivada de la pandemia:
- Organización de los alumnos en grupos reducidos. Se establecerán «grupos de convivencia estable» por clases, a la hora de seguir las diferentes rutinas escolares.
- Entrada escalonada por edades. Para seguir manteniendo el contacto diario con los padres se establecerán llamadas o videollamadas rutinarias con ellos por parte de los docentes, de esta forma se sustituirán las conversaciones del día a día que se tenían anteriormente cuando llevan o recogen a sus hijos en el centro, y además se contará con soporte de plataformas de comunicación y agenda digital.
- Desinfección de zapatos antes de acceder a la escuela.
- Toma de temperatura antes de acceder a la escuela y en otra ocasión a lo largo de la jornada escolar.
- Desinfección diaria de los juguetes y material escolar organizando una clasificación de uso diario de ellos.
- Toma de temperatura a la entrada a la escuela y si es superior a 37.2º no podrá incorporarse a la escuela. Se realizará una segunda toma a lo largo de la jornada escolar.
- Limpieza de manos con gel en la entrada a la escuela.
- Limpieza de manos al comenzar en el aula con agua y jabón al iniciar las clases.
- No traer ningún objeto, bolsa, mochila o juguete de casa.
- Favorecer la ventilación natural cruzada.