Contenidos
Hoy os hablamos de un sitio muy singular, muy cerca del centro, en la zona de la Plaza Mayor, concretamente en la calle de Segovia nº 8 se encuentra La Ccava.
Es un lugar de encuentro, ideal para reuniones, tomar algo de forma distendida o celebrar un acontecimiento importante. Se compone de dos plantas, una a pie de calle y otra inferior, con espacios bien distribuidos dependiendo de la finalidad de los mismos.
La decoración destaca por ser sumamente curiosa. En la planta alta encontramos la zona de la barra, decorada con cajas de madera pintadas, donde se encuentran las botellas así como pequeños espacios para tomar algo, casi a ras del suelo.
También sobresale la mesa de grandes dimensiones ocupando gran parte del espacio y hecha de listones de madera en diferentes colores. Destaca la decoración de una parte de las paredes, formada por puertas de madera pintadas en distintos tonos.
En la otra parte de la primera planta, encontramos un espacio más singular aún si cabe. Se trata de un mini, convertido en sofá que es una delicia para tomar algo informalmente. En frente, se encuentran asientos de la cabina de un avión, bastante antiguos pero que conservan todo su esplendor y son también un espacio para tomarse algo.
Los aseos son algo a destacar de este lugar tan sorprendente. Están decorados también de una forma muy original. En el caso del baño de hombres, los espejos están hechos de ruedas de bici pintadas que además van en consonancia con los colores del resto del espacio.
En el caso del baño de mujeres, destaca su lámpara así como la estética del resto del lugar.
Bajando a la planta inferior nos encontramos una gran lámpara hecha de botellas de cristal verde, y es que es un lugar donde se ha cuidado hasta el más mínimo detalle en la decoración.
Abajo, se encuentra una sala para celebrar cualquier tipo de evento. La decoración vuelve a ser todo un éxito y en la línea de la parte superior del local. Los azulejos del suelo destacan por su estilo antiguo y la buena combinación que ofrece con el resto del espacio.
Al otro lado, encontramos un lugar para tomar asiento y disfrutar de una agradable velada. Sorprende la decoración de los sofás, con una composición de patchwork, con retales cuadrados de diferentes telas, que armonizan entre sí y las sillas que tanto se estilan ahora, con ese toque moderno y vintage.
La atención es algo a señalar muy positivamente, el trato es personal, cercano y muy agradable, adecuándose a las necesidades del que por allí recala. Y respecto a la oferta gastronómica, sin palabras, todo exquisito y copioso, sin duda un lugar muy recomendable.