Contenidos
Hablar del Caribe es pensar en playas y paisajes paradisiacos mientras nos tostamos bajo un sol de infarto, rodeados de una increíble naturaleza y paz. Pero lo cierto es que los destinos más conocidos del Caribe suelen estar abarrotados de turistas que dificultan la posibilidad de disfrutar de unas merecidas vacaciones. Encontrar ofertas al Caribe es cada vez más habitual, por lo que queremos recomendaros siete rincones desconocidos para la gran mayoría de la población que brindarán una total desconexión durante los días que estéis recorriendo la zona.
1. Península de Samaná, República Dominicana
En la costa noroeste de la República Dominicana se localiza la península de Samaná, un paraíso natural que alberga una extensa vegetación y diversas playas vírgenes de arena blanca y aguas cristalinas. Sin ir más lejos, Playa Rincón ha sido considerada por la UNESCO como una de las playas más bellas del mundo, aunque la península alberga una de las zonas más desconocidas del país: la Bahía de las Águilas. Pero en Samaná también puede encontrarse el impresionante Parque Nacional Los Haitises conformado por un bosque subtropical, manglares, cuevas, senderos y cascadas. La guinda del pastel tiene lugar en época invernal con el avistamiento de ballenas jorobadas, las cuales se reúnen en estas aguas durante los meses de apareamiento.
2. Cayos Cochinos, Honduras
También denominado como Santuario Marino de Cayos Cochinos, este archipiélago situado en la costa norte de Honduras es uno de los lugares más espectaculares del Caribe. Los amantes de los realities reconocerán los Cayos Cochinos como el escenario del famoso programa “Supervivientes”. Se encuentra conformado por dos islas y 13 cayos más pequeños de origen coralino y es uno de los enclaves más protegidos del Caribe. Uno de los motivos es su arrecife de coral, el segundo más grande del mundo y el cual forma parte de la Barrera de Coral mesoamericana. Se trata de un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza, de playas vírgenes y de la práctica de deportes acuáticos.
3. Bocas del Toro, Panamá
Muy cerca de la frontera con Costa Rica se sitúa Bocas del Toro, uno de los tesoros escondidos de Panamá que atrae a cientos de visitantes que buscan descubrir nuevos rincones de ensueño. Este archipiélago se encuentra conformado por nueve islas principales, 51 cayos y más de 200 islotes con playas de fina arena blanca y aguas color esmeralda. Todo ello rodeado de una exuberante naturaleza virgen. No obstante, lo más destacado de las islas son sus arrecifes de coral y su rica fauna y flora marina. Sin ir más lejos, Bocas del Toro alberga el Parque Nacional Marino de Panamá. Si se busca un ambiente más animado, Isla Colón y su capital Bocas Town será el lugar perfecto.
4. Laguna Bacalar, México
En la costa mexicana se encuentra uno de esos paraísos naturales que enamoran con solo verlo, pero lo cierto es que pocos conocen de su existencia. La Laguna Bacalar recibe el nombre de laguna de los siete colores por la tonalidad de sus aguas, las cuales presentan diversos azules, verdes y turquesas que crean un espacio de gran belleza. Siendo la segunda laguna más grande del país, su entorno se mantiene completamente virgen donde habitan distintas especies de aves y animales. Esta peculiaridad viene dada por la escasez de hoteles y resorts, habiendo en su lugar cabañas rústicas o bungalows ecológicos. Sus aguas son perfectas para paseos en kayak y snorkel, especialmente en el Cenote de la Bruja.
5. Los Roques, Venezuela
Este exuberante archipiélago del caribe venezolano se encuentra aislado, siendo un entorno protegido. De hecho, fue en 1972 cuando recibió el título de Parque Nacional Marino, el mayor de toda Latinoamérica. La belleza del lugar reside en sus playas vírgenes de arena blanca, arrecifes de coral ideales para la práctica del buceo y el snorkel, una naturaleza salvaje y una amplia variedad de islas, cayos y bancos de arena. La cercanía de todas ellas entre sí permite la realización de excursiones a través de pequeños medios de transporte. Al no existir apenas una infraestructura hotelera, la masificación turística es prácticamente nula. Esta cualidad la convierte en el destino ideal para relajarse en un rincón de ensueño.
6. Dark View Falls, San Vicente y Las Granadinas
La isla de San Vicente, en el archipiélago de Las Granadinas alberga espacios de gran belleza esperando a ser descubiertos. De hecho, es considerado por muchos como el Caribe en estado puro, lo que le llevó a ser escenario del rodaje de Piratas del Caribe. Uno de los rincones más especiales de esta isla son las cataratas Dark View, dos cascadas sobre un acantilado que fluyen desde un afluente del río Richmond. La caída de unos cuarenta metros forma pequeñas piscinas naturales situadas una encima de la otra en un entorno de tupida vegetación. Llegar a esta zona no presenta dificultad alguna, solo habrá que atravesar un puente de bambú y abrirse paso hasta localizar las cataratas.
7. Parque Natural Sulphur Springs, Santa Lucía
La isla de Santa Lucía al sur de La Martinica es conocida como la joya verde del Caribe por su abundante vegetación tropical. Sin embargo, en su interior se localiza el Parque Natural Sulphur Springs, el área geotermal más activa de las Antillas Menores y un lugar de obligada visita. El parque comprende la caldera del inactivo volcán Soufriere, un paisaje lunar y escarpado en el que se presenta un ambiente plagado de piscinas de lodo y geiseres de agua hirviendo. Las zonas dispuestas para el baño aprovechan los beneficios de estas aguas ricas en minerales, por lo que relajarse en algunas de ellas repercutirá de manera positiva en nuestro bienestar.
Estos siete lugares son solo algunas de las maravillas más desconocidas que albergan los distintos países y zonas que conforman el Caribe. Visitar unos u otros depende únicamente de nosotros mismos, aunque aquellos que no se han mencionado presentan también una belleza extraordinaria. Si tenéis en mente viajar al Caribe, páginas como Centraldevacaciones.com os facilitarán enormemente la organización previa. ¡Atreveos y disfrutad de paisajes de ensueño!
Imágenes: Dino Geromella, Dmitry Burlakov, aksenovden para Shutterstock.