Contenidos
Chooo-San es una joven japonesa que ha conseguido llamar la atención gracias a sus tatuajes maquillados. Sin ayuda de nuevas tecnologías y sin retoques digitales, sus trabajos son tan reales como ilusorios. Por eso, hoy os traemos sus impresionantes tatuajes.
Con tan solo 19 años, Chooo-San ha ganado popularidad con otro tipo de arte japonés: cremalleras, ojos, bocas, enchufes y cordones que pinta sobre la piel. Esta estudiante de la Universidad de Arte de Musashino, en Tokio, se hizo conocida este verano pintándose la cara y las manos de manera surrealista. Desde entonces, ha vuelto a mostrar su trabajo sobre la piel de otras personas.
Las cremalleras son un continuo en su trabajo artístico. Cremalleras cerradas otras entreabiertas de las que se asoman objetos o personas… En ellas se ve cómo cuida cada detalle, haciendo parecer los tatuajes reales. Ese realismo es macabro y ya ha sido apodado como «horripi-cool». Lo mismo ocurre con los botones con los que Chooo-San juega con sentido del humor.
Chooo-San comenzó a pintar sus manos mientras se preparaba para los exámenes de acceso a la universidad. Durante los descansos se pintaba ojos en las manos. Al mejorar su dibujo, decidió crear figuras más extravagantes. Así es cómo su afición pasó a convertirse en un proyecto mucho mayor.
De los ojos en las manos pasó a crear otros diseños macabros. Con una estética ciborg, pinta sobre su cuerpo y sobre el de otros enchufes, pantallas LCD, interruptores y pilas. Además, como si se tratara de una mutante, Chooo-San se pinta en el rostro surrealistas ojos y bocas, dándole forma a su propio body art.
Todos sus tatuajes están pintados con pintura acrílica. La dificultad en sus creaciones tan sólo son muestra de su talento. No necesita usar retoques digitales para dar ese realismo artístico e ilusorio a sus trabajos. La originalidad de sus grotescas pinturas corporales pronto ganó popularidad en Internet. Chooo-San también ha experimentado sobre objetos, pintando naranjas y manzanas a las que ha cambiado la apariencia.
Ella asegura que no hay ningún motivo por el que empezara a hacer esto. También dice que estaba cansada de ver a la gente hacer imágenes con sus ordenadores por lo que decidió ver lo lejos que es capaz de llegar sin necesidad de usar las nuevas tecnologías. Todo un ejemplo de la vuelta a lo tradicional y a la originalidad. ¿Qué pensáis de su arte?