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La cocina es el centro de cualquier hogar. Aquí cocinamos, cenamos, pasamos tiempo en familia o con amigos. No es de extrañar que para su ordenación invirtamos energía y recursos para que el resultado sea agradable para toda la familia.
No hace falta decir que para elegir los colores en la cocina, tanto de paredes como de los textiles, hay infinidad de opciones y, aunque tengamos claros los colores que más nos gustan, hay combinaciones que pueden llegar a sorprender. Siempre se tiene la opción de mantener los tonos de la cocina neutrales, con los típicos muebles blancos o de madera, o crear una cocina digna de revista que suma con las otras partes de la casa.
Es por ello que a continuación queremos analizar contigo qué es lo que se debe tener en cuenta a la hora de tomar decisiones en el color de nuestra cocina, ya sea cambiar por completo los colores de las paredes o simplemente agregar algunos acentos coloridos.
Colores neutros por encima de todo
Los colores neutros combinan con todo y además son fáciles de combinar con prácticamente cualquier otro color. Además, en el caso de que se desee incluir algún toque en otro color más llamativo en los gabinetes, no resultará difícil pintar sobre él y crear otro estilo de colores con el tiempo, en el caso de que nos hayamos cansado de ese color o la combinación de colores.
Una regla práctica y que se utiliza mucho es alternar entre la luz y la oscuridad, es decir, si se elige un color oscuro para los gabinetes, lo mejor es seleccionar encimeras claras.
Lo cierto es que los colores neutros como el blanco o beige siempre van a dar un toque elegante y adecuado a nuestra cocina y son autosuficientes para crear un estilo ideal en ella.
Colores de los electrodomésticos y los materiales
Dependiendo del material predominante utilizado en la cocina dependerá la combinación de colores que se utilice. Los colores de los gabinetes y las encimeras suponen prácticamente la base de las cocinas ya que ocupan mucho espacio, por lo que recomendamos para un primer paso seleccionar el material que esté dentro del presupuesto y el color que se adapte mejor a tus deseos estilísticos, sobre todo si preferimos gabinetes blancos u oscuros.
Por otro lado, es probable que los electrodomésticos se encuentren camuflados o escondidos en los armarios, pero si de lo contrario cuentas con electrodomésticos independientes y que estén a la vista en tu cocina, es imprescindible que no pases por alto sus colores. Es fundamental que esos colores combinen con el color de los gabinetes y estén dentro de la paleta de colores que deseas para tu cocina, consiguiendo así que los electrodomésticos formen parte del conjunto.
Observa a tu alrededor
El estilo que se escoja para la cocina es preferible que encaje con la decoración de las demás habitaciones de la casa, pues si tanto la arquitectura de la casa como el estilo de las habitaciones es moderno, una casa con muebles de madera de estilo rural no encajará en absoluto.
Observa a tu alrededor y analiza qué materiales y colores prefieres. De esta manera conseguirás incorporar a tu cocina al resto de la casa y no se convertirá en algo ajeno.
¿Cocina iluminada u oscura?
Cuando avances hasta el paso de elegir la paleta de colores para la cocina, ten en cuenta siempre la cantidad de luz natural que recibe la estancia, el estilo que quieres delinear y especialmente el tamaño de la cocina. En una cocina grande y luminosa puedes integrar fácilmente tonos más oscuros, tal vez incluso negros.
Si opta por estas variantes más atrevidas, como el gris o el negro, asegúrate de tener una iluminación general uniforme , pero también incluyendo luces de acento para crear un ambiente especial.
Por otro lado, una cocina pequeña se verá más grande si elige una base blanca o crema. Luego se pueden agregar acentos coloridos a través de accesorios y decoraciones o muebles como sillas. Será la forma más fácil de sacar una cocina de la monotonía y darle tu estilo personal.
¡Y la orientación de la cocina importa! Si la habitación recibe mucha luz durante el día, los colores fríos como el azul o el verde se pueden integrar fácilmente en el diseño. En este caso, elige opciones neutrales y cálidas para las paredes, como crema o beige.
Si ocurre lo contrario, las cocinas orientadas al norte con poca luz natural se pueden «calentar» con amarillo. ¿Dónde puedes usarlo? Puedes incluir estantes amarillos, una o varias sillas, el frontal de los principales cuerpos de los muebles, cortinas, algún aplique de iluminación, un mantel o el brazo entre los armarios. Eso sí, para que el arreglo sea coherente y no resulte excesivo, use amarillo en al menos tres lugares de la cocina.
Lo que está claro es que no existe una forma correcta a la hora de elegir colores para la cocina, pero es cierto que pautas como estas pueden ayudar a aclararse bastante. Además, en caso de dudas siempre podrás pedir consejo a los profesionales de la pintura en cualquier centro dedicado a ello. Pero recuerda que lo importante es que guste a uno mismo y refleje la personalidad que se desea.
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