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El estilo rústico se actualiza y los tonos oscuros rebajan su presencia y se combinan con toques de madera y textiles en colores claros. La mezcla de tonalidades o incluso la apuesta por el blanco como el color protagonista crean una decoración campestre más moderna y a la vez acogedora.
Junto al blanco, el gris es otro de los básicos del estilo rústico moderno, sobre todo en sofás, sillones y textiles, y ambos son ideales para combinar con burdeos, granates, mostazas y azules para aportar ese toque rústico. También se puede resaltar el lado más campestre añadiendo elementos de carácter industrial con detalles en metal como mesas, estanterías, aparadores…
Lo importante en este estilo es mezclar. La combinación de sillas blancas de diseño y una gran mesa de madera maciza con patas en negro suele ser la más común y representativa. Pero para conseguir el toque de modernidad lo mejor es jugar con los elementos decorativos.
Desde Westwing desvelamos las 5 claves para conseguir un toque moderno y rústico:
- Líneas sencillas
(adiós a los muebles muy robustos, patas ornamentadas y dibujos) - Mucho blanco
- Pocas piedras en la pared (mejor listones de madera)
- Nada de cortinas (mejor estores)
- Chimenea actual (de metal o cristal)
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