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Estas dos disciplinas son perfectas para mejorar tanto el bienestar mental como el físico a través de la respiración y la meditación
Pocas veces hemos necesitado tanto irnos de vacaciones, desconectar, darle un respiro a nuestra mente y recargar energías. Pero, a medida que pasa el verano, no podemos evitar pensar en la vuelta de vacaciones y, con ello, vuelve la ansiedad, el estrés y el agobio.
¿Qué se puede hacer para remediarlo? En este caso, realizar actividades como el yoga o el pilates puede ser clave a la hora de lidiar con la tensión, ya que basan su técnica en el control de la respiración, lo que proporciona amplios beneficios para la salud.
Como pueden surgir dudas sobre cómo hacerlo o qué pautas seguir para obtener los mejores resultados, con motivo del Día Internacional de la Relajación, que se conmemora el 15 de agosto, la franquicia de gimnasios española Fit Jeff da las claves para sacarle el mayor provecho a la práctica del yoga y del pilates y así intensificar el poder reparador de los días de vacaciones y volver con las pilas cargadas y una actitud muy zen.
Diego Moya, Head of Fit Jeff, señala: “La práctica de estas disciplinas a lo largo de la temporada estival es perfecta para lograr un estado de relajación óptimo. Ambas aúnan el poder de conectar cuerpo, mente y respiración, ayudando a trabajar la fascia muscular, a ganar flexibilidad y a relajar el cuerpo, pero también a potenciar el plano espiritual de nuestro yo interior reduciendo el estrés, mejorando la relajación, contribuyendo a un mejor descanso, incrementando la autoestima y fortaleciendo el sistema inmunológico”.
Buscar la serenidad
La respiración es fundamental para hacer pilates y yoga correctamente, ya que centrarse en ella ayuda a no dejarse llevar por un mar de pensamientos que pueden ser motivo de estrés. Buscar un lugar tranquilo es clave para poder realizar la práctica en armonía y serenidad de modo que sea realmente efectiva. Si se practican estas actividades en plena naturaleza, como en la playa o en la montaña, basta con establecer una conexión con el entorno, escuchando sus sonidos. Si por el contrario la sesión se practica en interior, hay que buscar un espacio en el que se pueda poner música relajante y suave que permita a uno relajarse.
Elegir el momento
Si bien es cierto que estas disciplinas son de lo más beneficiosas en cualquier momento del día, es recomendable practicarlas a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde. ¿Por qué? Por un lado, llevar a cabo esta práctica por la mañana es muy útil para comenzar la jornada con energía y con una actitud más abierta a lo que pueda traer el día. Por ejemplo, realizando el saludo al sol al amanecer, que ayuda a recargar la energía y buenas vibraciones para toda la jornada. Por su parte, practicarlas por la tarde es idóneo para eliminar las tensiones y el estrés que se han ido generando a lo largo del día y lograr un descanso profundo y reparador.
Liberarse de las distracciones
Lamentablemente, en muchas ocasiones no solemos desconectar del móvil o del ordenador cuando estamos de vacaciones, a pesar de ser uno de los grandes placeres de la vida. A la hora de realizar yoga o pilates es imprescindible apagar todos los dispositivos electrónicos de manera que se pueda apartar toda distracción y así favorecer a reencontrarse a uno mismo. Para llevar a cabo estas actividades, se necesita una atención plena para poder uno concentrarse en las posturas o asanas, respirar y llevar la mente a un estado de calma y paz. Por lo que, en momentos de relajación y de desarrollo personal como este, el móvil no tiene cabida.
Descalzarse por completo
Si ya se realizan estas dos actividades de manera habitual, es fácil darse cuenta de que la experiencia no es la misma si se utiliza calzado o calcetines que si se realiza descalzo. Así se pueden adoptar correctamente las posturas y mejorar la técnica gracias a la estabilidad y al agarre que proporciona el pie descalzo en el suelo. El organismo puede revitalizarse y relajarse favoreciendo el flujo de energía entre el cuerpo y la superficie del entorno. Así, uno puede sentirse más conectado con la tierra y podrá cargar las pilas de energía.
Realizar el Savásana
Concretamente en el yoga, la mejor forma de terminar la práctica es con la postura de relajación o Savásana. Para ello, hay que tumbarse boca arriba, con las palmas de las manos hacia arriba separando ligeramente los brazos del cuerpo mientras se respira profundamente. Es recomendable mantener esta postura al menos durante 15 minutos para que el cuerpo vuelva a los niveles basales normales y la energía vital se reequilibre. Se trata de una de las posturas más poderosas herramientas para conseguir relajación, serenidad y armonía tanto en el plano consciente como en el inconsciente, algo que después de tantos meses esperando las vacaciones de verano viene pero que muy bien para eliminar tensiones y disfrutar del momento.
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Para adentrarse en el mundo del yoga y del pilates, empezar a practicar asanas y posturas e introducirlos como filosofía de vida, los centros Fit Jeff ofrecen todas estas actividades, así como online, y se pueden reservar a través de Jeff App.
Imagen de portada: Oksana Taran