La temporada de invierno y el consecuente descenso de las temperaturas traen consigo la preocupación de muchas personas por mantener cálida su vivienda sin incrementar demasiado las facturas de servicios.
Si se quiere lograr este objetivo, es muy importante seguir una serie de recomendaciones en el diseño del hogar y las rutinas domésticas.
Zonificar y analizar
Una de las tareas más simples y básicas, pero también más efectivas, para mantener una temperatura agradable en el hogar, será el controlar las corrientes de aire. Zonificar es clave para evitar las pérdidas de calor y que el aire circule por todas las estancias del hogar, por lo que controlar que las puertas y ventanas queden bien cerradas será de gran ayuda.
Prestar atención a nuestro hogar, analizando lo presente, también puede influir en la conservación de la temperatura en el hogar, así como en el ascenso de facturas de servicios.
Por ejemplo, una buena entrada de luz aportará más calidez, así como el evitar el uso de bombillas de tonalidad fría. Así, la combinación de iluminación natural y de baja intensidad permitirán crear un ambiente confortable y acogedor.
Las paredes también serán un elemento a tener en cuenta, aunque parezca mentira. Identificar aquellas más frías, simplemente posando la mano sobre ellas, y aplicar un revestimiento de madera o corcho, también ayudará a combatir el descenso de temperaturas.
Por otro lado, contemplar la ubicación en la que se encuentra la vivienda también será un movimiento inteligente, puesto que la humedad ambiental aumenta la sensación de frío. Por ello, en el caso de zonas geográficas en la que esta supere el 60%, la compra de un aparato deshumidificador ayudará a retener el calor.
Materiales aliados
Otro de los factores decisivos para conservar la temperatura dentro del hogar será la elección de los materiales. La madera no puede faltar, representa a la gran protagonista cuando se trata de interiorismos cálidos y, gracias a su adaptabilidad, funciona perfectamente en cualquier tipo de decoración y estilo.
En el caso de querer contar con un suelo de madera, colecciones como Palazzo o Imperio de Quick-Step ofrecen una gran variedad de modelos y acabados.
Además, para eliminar la preocupación por humedad, golpes o rasguños, la marca ha lanzado recientemente Cascada, una gama de parquet impermeable y resistente a rasguños. Una elección que garantizará la calidez en el hogar protegiendo el suelo de golpes o salpicaduras.
Si se buscan alternativas más económicas, suelos de vinilo o laminados que imitan a la perfección a la madera también reforzarán el carácter cálido de una vivienda. Modelos como el Roble marrón cepillado de la colección Capture de Quick-Step, por ejemplo, reproducen el aspecto natural del parquet, adaptándose a cualquier tipo de interiorismo, y son resistentes al agua.
Por otro lado, aquellos que cuenten con suelo laminado o de parquet podrán añadir complementos como la base Thermolevel de Quick- Step, ideal para suelos irregulares y cuyo grosor de 5mm refuerza el aislamiento térmico del hogar.
Accesorios clave
La paleta de colores también ejerce influencia en la calidez de un hogar. Seleccionar tonalidades cálidas como el rojo, el naranja o el marrón, a complementar con otras más neutras, como el beige, ayudará a generar un ambiente más confortable y acogedor.
Otro aliado serán los textiles. Mantas, cojines, caminos de mesa o cortinas realizadas en mimbre, ratán, cáñamo, algodón… complementarán el interiorismo cálido y eliminarán la sensación de frío al tacto. Si se busca más suavidad, otros tejidos como la seda o el terciopelo también funcionarán muy bien.
En resumen, conservar la calidez en el hogar se basará en contar con muchos aliados distintos y un poco de atención: la elección de materiales y accesorios y el prestar atención a cerrar puertas y ventanas nos ahorrará, sin duda, dolores de cabeza y de bolsillo.
