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La combinación del estilo nórdico, asociado a países del norte escandinavos como Suecia o Noruega, con el estilo mediterráneo, propio de las zonas luminosas y costeras de España, Grecia e Italia, se puede hacer realidad, sólo hay que dejarse llevar por el encanto que transmite cada uno de ellos.
Aunque ambos tienen características que no coinciden y son estilos aparentemente opuestos por la notoria importancia que tiene el clima y la distancia geográfica que les separa, tienen muchos otros aspectos que sí coinciden y que juntos pueden llegar a crear diseños acogedores y con mucho estilo si se saben combinar. Es por ello por lo que, si te gustan los dos estilos y no te puedes decidir por sólo uno de ellos, el estilo mediterráneo nórdico es la mezcla perfecta para ti.
Características del estilo Mediterráneo nórdico:
En primer lugar, la ubicación geográfica es determinante para saber combinarlos, pues entendemos que el clima influye y, por un lado, el encanto del estilo mediterráneo viene definido por la presencia de abundante luz solar y dan mucha importancia a los exteriores (terrazas, jardines o patios interiores) y por otro lado, el diseño nórdico esta condicionado por dos factores importantes como lo son el frío y la falta de luz natural durante la mayoría de los meses del año, al ser muy popular en los países nórdicos. Es por ello por lo que, antes de implementar este estilo en nuestro hogar, debemos estudiar bien nuestra ubicación para combinarlos de manera que pueda destacar uno por encima del otro, si así lo vemos necesario.
En segundo lugar, el uso del color blanco, especialmente por la luminosidad que transmite, es una de las características que tienen en común ambos diseños, pues en el estilo mediterráneo se utiliza para presumir de la abundante luz natural que ya la tiene haciéndola casi protagonista, mientras que el nórdico implementa dicho color para dar esa sensación, ya que suele carecer de ella. El color blanco crea atmósferas serenas que ayudará a que te sientas cómodo/a en tu hogar.
Lo mismo ocurre con la luz natural, un elemento protagonista en los dos estilos que es fundamental para aprovechar al máximo. El uso de ventanales grandes que dejan pasar la luz es de las mejores maneras para hacer que no pase desapercibida y que tenga la máxima presencia durante el mayor tiempo posible.
En cuanto a materiales utilizados, el amor por el uso de la madera está presente en ambos diseños. El carácter natural que tienen ambos estilos no pasa desapercibido. La madera puede estar incluida en cualquier parte de la casa, según se desee (en el salón, dormitorios, baños o terrazas). Además, gracias a que combina divinamente con colores claros y luminosos, se puede utilizar en el mobiliario, en los suelos y en los techos sin que quede recargado.
Para jugar un poco con las texturas más destacadas de cada estilo, se puede incluir el uso de mosaico hidráulico o el barro cocido o la piedra, materiales propios del mediterráneo, y combinarlo con cemento pulido o madera, muy utilizados en el diseño nórdico.
En términos de decoración y mobiliario, añade elementos de fibras vegetales tales como el ratán, mimbre o esparto, colocando, por ejemplo, sillas y butacas en varias zonas de tu espacio personal. Para las cortinas o las mantas, es ideal destacar el lino, algodón y lana, todo ello combinándolo con mobiliario de líneas rectas y estampados geométricos en toallas, cojines o alfombras, característica muy propia del estilo nórdico. Y, por último, pero no menos importante, no nos olvidemos de las plantas para decorar y unir nuestro espacio interior con el exterior. ¡Verás qué bonito quedan estos tips combinados en tu decoración!
Atrévete también a dar un toque original e incluye iconos del diseño nórdico que puedan hacer una buena combinación con el estilo mediterráneo, como por ejemplo el perchero Hang it all de Charles and Ray Eames o la lámpara PH Artichoke de Poul Henningsen. Investiga sobre estos antiguos diseños que siguen siendo populares después de tantos años, hay un montón de ellos muy interesantes.
Ha llegado la hora de jugar un poco con los diferentes tonos. La verdad es que en un espacio con colores neutros siempre le da un toque de personalidad el añadir algún color más llamativo, ¿verdad? Sobre todo, es interesante incluirlo en detalles decorativos o textiles, e incluso con el empleo de piezas especiales como cuadros u objetos personales que llamen la atención por su forma y/o color, sin llegar a exagerar mucho ya que puede resultarnos pesado con el paso del tiempo. Los colores claros y luminosos del mediterráneo con los colores marrones del nórdico hacen una pareja ideal a la hora de elegir la paleta de colores.
Ahora que ya conoces este estilo, toca dar el paso. Busca inspiración y nútrete de todas las posibles uniones que le puedes dar a tu espacio personal con el estilo nórdico y mediterráneo.