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Si pudieras prevenir el envejecimiento para verte y sentirte joven cada día para el resto de tu vida, ¿lo harías?
No me entiendas mal, no te voy hablar sobre pociones mágicas para alcanzar la inmortalidad, ni sobre prácticas místicas. Es más, estoy convencida que vivir para siempre llegaría a ser aburrido, por lo que no es mi objetivo. Pero lo que sí es el objetivo al cual todo el mundo debería aspirar es que el tiempo que vivamos, lo vivamos bien. En otras palabras, se trata de alargar al máximo posible el lapso de la salud, para poder disfrutar cada día sin limitaciones.
¿Qué es el coaching de antienvejecimiento y en qué te puede ayudar?
Afortunadamente, la ciencia ha ido evolucionando y nos plantea una solución. Pero para poder entenderla mejor, es necesario entender primero cuál es la verdadera causa del envejecimiento.
Para ello, echemos un vistazo a la raíz de todo: nuestras células.
¿Cómo funcionan las células en el cuerpo humano?
El cuerpo humano se compone de miles de millones de células. Sin embargo, todo empieza por una sola célula. En el momento que un espermatozoide fecunda un óvulo, nace una célula, que contiene la mezcla entre la información genética del padre y de la madre. Esta información genética se conoce como ADN y determina el futuro bebe, desde el color de sus ojos hasta el sonido de su corazón.
El ADN se encuentra en el núcleo de la célula, donde está empaquetado en estructuras llamadas cromosomas. Ahora bien, ¿cómo se desarrolla el cuerpo humano que tenemos a día de hoy a partir de esta única célula? Aquí es donde interviene la multiplicación o reproducción celular. Básicamente, cada célula tiene la capacidad de reproducirse, creando nuevas células con la misma información genética. Este proceso ocurre en nuestro interior hasta el último día de vida.
¿Qué son los telómeros?
Mientras que los científicos supieron sobre la existencia de las células desde hace casi 400 años, los telómeros son un descubrimiento del siglo XX.
Los telómeros son las puntas de los cromosomas, cuyo objetivo es protegerlos de posibles daños a la hora de la reproducción celular. De esta forma, se previene la pérdida de genes durante el proceso, lo que conlleva a la creación de nuevas células defectuosas.
Así que necesitamos los telómeros para preservar la integridad del ADN.
Sin embargo, se ha observado que estas puntas se acortan un poco con cada multiplicación celular.
Eso significa que después de un número predeterminado de replicaciones de los cromosomas, los telómeros cesarán de existir, dejando la información genética sin protección.
Pero el cuerpo humano es una máquina demasiado compleja como para no haber previsto una solución a este inconveniente. Y aquí es donde entra en juego la telomerasa.
¿Qué es la telomerasa?
La telomerasa es una enzima que añade secuencias adicionales de telómeros a las puntas de los cromosomas, previniendo de esta forma su acortamiento.
Fue descubierta en 1985 por Elizabeth Blackburn, que ganó un Premio Nobel por esta revelación de enorme impacto para la ciencia.
La telomerasa está presente en algunas células, como por ejemplo en ciertas células madre.
Sin embargo, esta enzima es reprimida en la mayoría de las células adultas. ¿Por qué? Para impedir la replicación ilimitada de las células. De lo contrario, habría el riesgo de que una posible célula enferma se multiplicara demasiado, propagándose rápido en el cuerpo.
En vez de eso, nuestras células son programadas de tal forma como para, en general, morir si tienen una mala función, protegiéndonos de enfermedades degenerativas.
¿Cuál es la relación entre los telómeros y el envejecimiento?
Una multitud de estudios mostraron que hay una estrecha correlación entre la longitud de los telómeros y el envejecimiento. De hecho, cuanto más cortas las puntas de los cromosomas, más envejecida será una persona.
O, en otras palabras: cuanto más largos los telómeros, más jóvenes nos podemos mantener.
Pero si hemos visto que la telomerasa es responsable de parar el acortamiento de los telómeros, ¿no significa eso que esta enzima es el elixir de la juventud? Bastaría con encontrar la modalidad de crear una bebida a base de telomerasa y tomarla cada día.
Desafortunadamente, no es completamente así. Sí, eso nos ayudaría a mantener vivas más tiempo nuestras células sanas, pero también a las enfermas.
De hecho, eso es lo que ocurre en las células de cáncer: tienen una cantidad tan alta de telomerasa, que su multiplicación es en muchos casos imparable.
El secreto de los telómeros para mantener la juventud
La pregunta es: ¿cómo podemos encontrar el equilibrio entre alargar los telómeros bastante para mantenernos jóvenes, pero no lo suficiente para poner en riesgo nuestra salud?
Siendo un campo de estudio muy joven, aún no tenemos la respuesta a esta pregunta, ni a muchas más. Sin embargo, hay un par de hechos que se han demostrado:
· Los telómeros no afectan solamente la velocidad del envejecimiento, sino también el riesgo de enfermedades.
· Su acortamiento se relaciona a enfermedades cardiovasculares, Alzheimer y cáncer.
· Cuando no queda nada de los telómeros en el núcleo de una célula, aquella célula muere; por ejemplo cuando mueren las células responsables del pigmento de nuestro cabello, aparecen las canas.
· Aunque la genética determina muchos aspectos de nuestro cuerpo, ella sola no es el factor determinante de nuestra vida.
· La longitud de los telómeros es influenciada por nuestro estilo de vida.
Cómo alargar los telómeros de forma natural
El hecho de que nuestro estilo de vida juega un papel importante en alargar nuestros telómeros de forma natural es una muy buena noticia. Mientras que no podemos influenciar la genética, sí podemos controlar nuestro estilo de vida.
Los siguientes hábitos son esenciales para disfrutar de una vida sana y joven, tanto por dentro, como por fuera:
· Reducir drásticamente el consumo de azúcar refinado.
· Evitar los productos a base de harina blanca, así como otros alimentos procesados.
· Dormir al menos 7 horas cada noche.
· Practicar ejercicio físico moderado al menos 3 veces por semana.
· Después de entrenamientos físicos de alta intensidad, dejarse un tiempo para la regeneración.
· Aprender a gestionar los niveles de estrés.
· Tener pensamientos positivos.
· Practicar meditación o/y mindfulness a menudo.
· Rodearse de seres queridos.
· Evitar las relaciones tóxicas.
Ahora bien, te vuelvo a preguntar: sabiendo que está en tus manos frenar tu envejecimiento, ¿tomarás las acciones necesarias para mantenerte joven?
Si no estás seguro/a, por donde empezar, quizás te podría interesar el Programa Transfórmate, que ha sido desarrollado teniendo en cuenta la evidencia científica detrás de los hábitos de estilo de vida necesarios para disfrutar de una buena salud holística.