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Theo Van Doesburg fue uno de los artistas más innovadores de principios del siglo XX. Miembro fundador del grupo De Stijl, practicó la poesía, la pintura y la arquitectura de forma, cuanto menos, notable. Estudiamos a continuación su vida y obra.
Van Doesburg, de origen neerlandés, nació en Utrecht el 30 de agosto de 1883. Su nombre original era Emil Kupper, pero adoptó el de su padrastro cuando comenzó a pintar: Theo Doesburg, añadiendo el “Van” más tarde a la hora de firmar sus cuadros.
Al contrario que muchos artistas, y a pesar de sus inquietudes, nunca entró en una escuela, lo que aprendió lo hizo de forma autodidacta. Se ganaba la vida y conseguía ingresos para pintar trabajando como poeta, crítico y teórico del arte, centrándose en el asiático y el occidental contemporáneo.
En 1908 expone sus obras por primera vez, de estilo post-impresionista, con una clara influencia de Van Gogh. Con el tiempo, su obra madura. Le influye mucho leer a Kandinsky, quien le hizo entender que el verdadero arte va más allá de la abstracción mental y personal.
A pesar de haber expuesto, el nombre de Doesburg se hace grande dentro del mundo del arte no por su labor como pintor, sino como teórico en sus escritos sobre este campo. Él intenta poner fin a esto motivado por la forma en que Kandinsky le había influido y trata de crear una nueva ola de artistas que entendiera como él la pintura. Para hacer esto, se une con el artista Piet Mondrian.
Ambos pensaban en el arte de la misma forma, por lo que decide entrar en contacto con él y, finalmente, forma el grupo de arte De Stijl en 1917. Dicho movimiento lo componen todas las obras holandesas dentro de este estilo hasta el año 1931. Rápidamente, sus miembros aumentan: los pintores Bart van der Leck y Vilmos Huszar, o los arquitectos Gerrit Rietveld y Robert van’t Hoff son los primeros en hacerlo. Una vez estuvieron los primeros miembros, ese mismo año fundaron una revista de arte con el mismo nombre que el grupo.
En su manifiesto dicen que las formas deben quedar reducidas a su esencia en cuestión de trazos y colores a través de la abstracción pura: simplificaban sus composiciones a líneas verticales y horizontales. A este estilo le denominaron Neo-Plasticismo.
Tal y como Mondrian lo definió, “encuentra su expresión en la abstracción de forma y color, en la línea recta y el color primario definido.” Tanto en la pintura como en el diseño de piezas de mobiliario, los pertenecientes a De Stijl se limitaban a los colores primarios (magenta, amarillo y cian) y al blanco, negro y un tono neutro de gris.
Con el tiempo, comenzó a haber problemas en el grupo. Van Doesburg pasa a trabajar con los miembros de la Bauhaus y los constructivistas rusos y alemanes, lo que creó tensiones dentro de De Stijl. Su implicación en este movimiento le llevó a conocer al artista Kurt Schwitters, quien le introdujo en el Dada y a quien apoyó ampliamente. En 1922, la relación con esta nueva gente llega a su máxima expresión cuando comienza a escribir bajo pseudónimo para la revista Mécano.
Ese año, el artista se alía con El Lissitzky y Kurt Schwitters para organizar dos ediciones del Congreso Internacional Constructivista, que pretendía unir tanto al movimiento Constructivista como Dadaísta y De Stijl para conseguir un intercambio de ideas. También trabaja en la revista G, con Mies Van Der Rohe entre otros.
Durante estos años comienza a interesarse por la arquitectura y el diseño de interiores, y tanto en este nuevo campo como en la pintura queda patente la influencia de las nuevas corrientes por las que se está interesando. Dichas nuevas inquietudes se materializan junto a Georges Vantongerloo cuando diseñan el Café Aubette de Estrasburgo.
La situación con sus colegas dentro del Neo-Plasticismo llega a su límite en 1924 cuando Mondrian se marcha de De Stijl por diferencias creativas con Doesburg. Sus nuevas amistades le habían dado un punto de vista nuevo y abandonó la rigidez de las líneas verticales u horizontales para añadir las curvas, cosa con la que Mondrian no estaba de acuerdo.
Aparte, este ambiente de crispación se vio avivado por los escritos de los dadaístas I.K. Bonset y Aldo Camini criticando al grupo. Con los años, tras la muerte de Van Doesburg, salió a la luz que había sido él mismo usando nombres falsos quién había escrito dichos artículos. Una vez fuera del grupo, Mondrian continuó pintando según los preceptos que definieron a De Stijl en un principio.
Esta innovación dejó patente que el artista, en su etapa final, se preocupó más por el aspecto de sus obras que por las propias normas que hace años puso a su arte. Estos son los últimos años de su vida, en los que mantuvo algunos conflictos con la creciente corriente surrealista europea y se dedicaba mayormente a la rama teórica del arte, más que producir obras propias.
En 1931, Van Doesburg fallece en Davos, Suiza. Como legado último, deja el Arte Concreto, tendencia que surge de las enseñanzas de De Stijl dentro de la pintura abstracta. Lo hace con el “Manifiesto de arte concreto” en 1930, sólo un año antes de su muerte.