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Hace un par de días, comenzamos el que sería uno de los viajes de nuestra vida: 4 meses por Indonesia, Japón y el Sureste Asiático tras muchos años de trabajo para que nuestras revistas online (una es en la que estás leyendo) pudieran mantenernos mientras viajamos por estos países que siempre hemos deseado visitar.
Este verano teníamos que encargarnos de una reforma de casa (publicaremos de ello en los próximos días), por lo que sabíamos que la fecha de inicio sería septiembre, rozando el fin de temporada en Bali. Esta increíble isla de Indonesia tan de moda en los últimos años, teníamos claro que sería uno de nuestros primeros destinos. Sí, no tiene las playas más paradisiacas del mundo, eso tenemos que advertirlo, pero aquí había una comunidad de nómadas digitales que queríamos conocer desde que leímos sobre ella hace un par de años.
Hace tiempo que soñamos con trabajar mientras viajamos y era un gran lugar para comenzar a documentar este tipo de vida nómada (o Knowmada Digital). El famoso «Silicon Bali» había que vivirlo, al menos para saber si iba con nosotros o no. Y, por supuesto, disfrutar de este paraíso natural y cultural que nos ha enamorado desde el primer momento en que lo oímos mencionar aún muchos más años atrás.
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Viajar a Bali es un lujo relativo
Al contrario de lo que pueda parecer, viajar a Bali desde España no es un lujo inalcanzable. Lo primero que hicimos con tiempo (3 meses de antelación) es buscar vuelos lo más económicos posibles. Llegamos a encontrar alguno de ida y vuelta por unos 550 euros (eso sí, teniendo en cuenta que no veníamos en plena temporada alta, pero sí a su final, por lo que aún tendríamos buen tiempo). En nuestro caso, encontramos un vuelo multidestino (sin vuelta) por unos 750 euros que incluía vuelo a Bali; tras 24 días aquí, vuelo a Japón; y tras 15 días en el país nipón, vuelo a Vietnam. La verdad es que nos pareció una opción increíble y lo compramos sin pensarlo mucho más.
Nuestros destinos los hemos seleccionado en el orden que el clima nos ha marcado. Sabemos que en Bali a partir de octubre no será una buena época para estar, ya que comienzan las lluvias y, sin embargo, octubre es un gran mes para Japón. Podremos disfrutar del otoño recién estrenado y pasear sin pasar aún frío. No tan perfecto como la primavera con sus cerezos en flor, pero sí muy adecuado. También finales de octubre y mitad de noviembre nos resultaba una buena época para Vietnam, así que dependemos a partir de ahí de la suerte meteorológica que nos toque.
Comenzar a conocer Bali desde Sanur
Pero volviendo a nuestro primer destino, no conocemos a nadie cercano con el que hayamos podido hablar de Bali, así que nos hemos dejado guiar por algunas webs de viajes y foros de viajeros. Sabíamos lo que hay que visitar obligatoriamente en la isla, pero en realidad no teníamos excesivo conocimiento de lo que se cocía en cada zona. Sí, lo sé, hemos podido investigar mucho más, pero os aseguro que no hemos tenido tiempo material para hacerlo dado el mucho trabajo que teníamos antes de venir y los muchos lugares sobre los que teníamos que leer para organizar el viaje general.
Entonces, lo que pensamos fue: queremos comenzar por un lugar accesible y cercano al aeropuerto, a poder ser tranquilo, en el cual «descansar» una semana antes de comenzar a ir de un lado a otro de la isla. Por eso, decidimos empezar por Sanur. Un alojamiento por Airbnb muy económico (si aún no tienes cuenta con ellos, pincha en el enlace y tendrás 34 euros de descuento en tu primera reserva), pero agradable y tranquilo, también nos pareció la mejor de las opciones. No queríamos un alojamiento tipo hotel o resort lleno de gente que pudiera resultar ruidoso y, visto el silencio que nos rodea mientras escribo esto, ha sido una buena elección.
Playa de Sanur
Pero aún hoy que llevamos un día y medio aquí no sé si hemos acertado con este lugar de la isla. Hoy hemos visitado la playa y lo que se nos prometía como un lugar de aguas cristalinas, ha resultado ser una marisma más que una playa bonita. Hemos preguntado y hemos debido pillar marea baja (ayer fue luna llena) y dicen que va cambiando todo el tiempo. Es la playa que tenemos más cerca (unos diez minutos caminando), por lo que queremos averiguar cómo es con marea alta y os contaremos si para nosotros merece la pena venir o alojarse por esta zona si lo que buscas es la parte del mar.
Paseo Martítimo de Sanur
Eso sí, el paseo marítimo bien merece una visita. Impresionantes lugares donde tomar algo y comer o cenar con vistas al mar. Chill outs, cafeterías y restaurantes con una decoración balinesa que llama a la calma y aunque baratos para nosotros, no son tan económicos como los lugares más locales en el interior. Para que os hagáis una idea, por una sopa de cebolla (exquisita), un brioche grande relleno de plátano, una botella de agua mineral mediana y un capuccino, nos han cobrado 20 euros. La media de los platos era de 6 a 10 euros. Como entenderéis, para nosotros es un precio común de España, incluso muy barato, pero esto es Bali y eso no se puede pasar por alto. Somos muchos extranjeros en la isla y ellos saben que pueden cobrar perfectamente estas cantidades sin hacer daño a nuestro bolsillo.
Anécdota sobre agua mineral en un supermercado de Bali
Otra cosa que nos ha llamado la atención es el tema de la compra de agua mineral en supermercado. Hemos entrado a uno para llevar agua a la habitación para la noche y hemos visto algunas desconocidas y «Evian». Hemos cogido una de cada y al llegar a la caja, el dependiente nos ha advertido que «Evian» era importada. No entendíamos por qué nos lo decía. Nos ha comentado que la otra botella que hemos elegido era local y le he preguntado que qué quería decir con ello. Lo primero que he pensado es que quizás la local no podía sentar mal al estómago. Y nada que ver. Tras varios intentos de entendernos, al fin nos ha logrado explicar que la importada costaba 10 veces más que la local. Para nosotros no era cara (de hecho al ser un super ni nos hemos parado a mirar los precios), pero ha estado genial que nos advirtiera. A veces en estos países perdemos la noción del valor de las cosas. En India en ocasiones regateaba durante minutos pensando que algo era caro (las rupias van por cientos en India y por miles en Indonesia) y cuando hacía la conversión moría de vergüenza al haber intentado regatear una bajada de 50 céntimos…
Calle comercial para comer o ir de compras por Sanur
Por hoy no me extiendo más, decir que para comer o cenar están genial los restaurantes con vistas al mar, pero que la calle principal paralela (Danau Tamblingan) tiene también una oferta variadísima y con locales increíbles, además de tiendas tanto tipo mercado como internacionales, sobre todo de marcas surferas a unos precios aceptables (bañadores Quicksilver de hombre 30 euros, Havaianas 15 euros), por si os habéis olvidado alguna prenda importante en casa.
Ya os hablaré más adelante del tema de la maleta y qué es imprescindible traer a Bali, ya que en mi caso fue un verdadero quebradero de cabeza (sobre todo porque era un viaje largo que incluía Japón en otoño, donde podía hacer más frío). Pero estando aquí me he dado cuenta de que he traído quizás cosas que no me harían tanta falta.
Esto no ha hecho más que comenzar, así que espero poder sacar el tiempo y la energía de ir actualizandoos nuestra experiencia con datos útiles y curiosidades, además de nuestra visión de las cosas, por si os sirve de guía para recorrer nuestros destinos. ¡Nos vamos leyendo! Terima kasih.