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Víctor Horta nació en Gante en 1861, conocido mundialmente como precursor del Art Nouveau o Arquitectura Modernista, ferviente admirador de Viollet-le-Duc y díscipulo de Alphonse Balat, tardó algunos años en encontrar su verdadera vocación.
Comenzó sus estudios de violín, pero pronto fue expulsado del conservatorio debido a su falta de disciplina. En 1876 comienzan sus estudios en la Académie de Gand y L’Académie des Beaux-Arts de Bruxelles, donde se inicia en la arquitectura y el dibujo. Más tarde impartirá clases en la Facultad Politécnica de la Universidad Libre de Bruselas.
Pronto da muestras de un estilo personal donde se aúnan todas sus referencias anteriores naciendo el Art Nouveau expresado de forma clara y por primera vez en la Casa Tassel, obra clave de este movimiento.
Influencias en la arquitectura de Víctor Horta
Horta bebió de las influencias de Viollet-le-Duc, arquitecto autodidacta que jamás consiguió el título académico para ejercer su profesión, pero que influyó enormemente en su época y en movimientos posteriores, sobre todo en el Modernismo.
El trabajo decorativo lineal sobre hierro que realizó Viollet-Le-Duc, influyó en las posteriores decoraciones de las obras modernistas, tanto de Víctor Horta como de otros integrantes del movimiento, como por ejemplo Gaudí. La defensa de Viollet-le-Duc de estilos regionales, es otra característica que también tuvo eco en la arquitectura modernista, creándose numerosas variantes nacionales.
Los inicios del trabajo de Horta junto a Alphonse Balat, fueron claves para el futuro desarrollo del Modernismo. Balat fue el principal arquitecto del rey Leopoldo II de Bélgica, proponía una simplificación de las formas hasta el extremo, vinculándose a la estética clasicista. Gracias a Balat se le encomendará la realización de un pabellón de la Exposición Universal de 1889 en París que albergaría una escultura de Jeff Lambeaux («Les Passions humaines»).
Horta bebe del racionalismo y la simplicidad de Balat, pero le da un nuevo enfoque a la arquitectura dando respuesta a la nueva realidad nacida de la Revolución Industrial: las formas adquieren una mayor libertad y pone en práctica el uso de nuevos materiales, hierro y cristal, al servicio de edificios menores, como por ejemplo casas para la burguesía, no limitándose sólo a estas, ya que también encontramos el desarrollo de edificios institucionales entre sus obras.
¿Una arquitectura burguesa?
Decir esto sería demasiado simplista. Es cierto que la mayor parte de sus obras responden a encargos de la nueva élite económica nacida de la Revolución Industrial, pero no solo participó en la creación de estos edificios. Realizó también la Casa del Pueblo de Bruselas y el Hospital Brugmann, edificios enfocados a la utilidad comunitaria.
En cuanto a sus obras vinculadas a la burguesía hay que recalcar la exclusividad con la que se enfrentaba a cada nuevo proyecto. Victor Horta concebía la casa como un reflejo de la personalidad de los habitantes, así que tanto exteriores como interiores eran creados de acuerdo al estilo de sus moradores. Podemos ver, al observar todas sus obras en conjunto, unas claras características que permiten encuadrarlas en el Art Nouveau, pero no hay ninguna idéntica a otra; Horta buscaba reiventarse con cada nuevo proyecto.
El Art Nouveau defiende «un arte para cada época», esto quiere decir que el arte debe responder a la realidad histórica que impera en el momento. La realidad de 1900 viene marcada por aires renovados: avances científicos, tecnológicos, creación de empresas y consolidación de la burguesía. Ésta última es sinónimo de modernidad y de libertad, y en ella el Art Nouveau encuentra su mejor mecenas.
La mezcla de artesanía, muy vinculada a la burguesía, e industria, es patente en la decoración de estas viviendas, en las que elementos como hierro y cristal se funden con elementos decorativos cuidadosamente escogidos y elaborados.
Para Víctor Horta todos estos elementos se unen junto a la línea curva y los ornamentos vegetales, dando lugar al nacimiento de un nuevo estilo que se convierte en símbolo de modernidad y estatus en la época.
Obras de Víctor Horta
Son muchas las obras que realizó este arquitecto, pero nos centraremos en dos menos conocidas: la Maison Autrique y los Almacenes Waucquez, exponente, el primero de la arquitectura privada, y el segundo de arquitectura pública.
En la Maison Autrique, una de sus primeras obras, podemos ver los pasos que dio Horta en la creación de este nuevo lenguaje estético: el paso del Eclecticismo al Art Nouveau que se materializará en su siguiente obra, la Casa Tassel.
Mandada construir por el ingeniero Eugène Autrique para él y su familia en 1893, pedía expresamente que la construcción no fuera extravagante y careciera de lujos innecesarios. En ella podemos ver el uso de vidrieras, motivos vegetales y el recurso a la artesanía en la elaboración de escaleras o radiadores. En la fachada vemos tímidas líneas curvas que eclosionarán en las futuras obras de Horta.
En el caso de los Almacenes Waucquez realizados en 1906, vemos como Horta avanza en su estilo,y estos almacenes se convierten en claro exponente del Art Nouveau: luminosidad, hierro, cristal y trabajos con líneas vegetales, recubren el interior del edificio, mientras que el exterior se caracteriza por una estética más sobria.
EL edificio entró en declive progresivamente durante la década de los 70 del siglo pasado, pero afortunadamente una rehabilitación acorde con la estética ha permitido conservar esta joya del Art Nouveau. En la actualidad el edificio es el Centro Belga del Cómic.