Existen múltiples maneras de crear hogares para nuestras plantas, desde plantas colgantes hasta terrarios pasando por las escaleras especiales para plantas. ¡Lo que está claro es que no hay excusa! Incluso ni para los que ni siquiera estén acostumbrados a cuidar de ellas o los que aún no se ha atrevido a adentrarse a el verde y maravilloso mundo de las plantas.

Si estás leyendo este artículo es porque realmente te interesa conocer los cuidados y los tips de algunas de las plantas colgantes de interiores, y para eso hemos querido compartir contigo algunas de ellas, así que pon atención y toma nota.

Estas 20 plantas de interiores sobrevivirán con un cuidado mínimo

Las plantas colgantes es la opción favorita de muchos para espacios pequeños los cuales ya de por sí no cuentan con los suficientes rincones libres como para colocar plantas de interiores en maceteros verticales. Lo cierto es que las plantas colgantes son muy resultonas y originales en la distribución para quienes las admiran. ¡Y ya en una decoración rústica, nórdica o boho encajan divinamente!

Rosario (Senecio Rowleyanus)

La primera planta en nuestra lista es el Senecio Rowleyanus, llamada comúnmente planta del rosario debido a su gran parecido al colgante: de su largo tallo crecen unas bolitas pequeñas y redondas. Esta planta, perteneciente a la familia de las suculentas, es originaria de África por lo que prefiere temperaturas templadas (en torno a los 20 ºC), lo cual deducimos que su estación favorita es el verano. Sin embargo, durante la primavera la verás florecer y diminutas florecillas saldrán a la luz.

Necesita mucha luz solar directa y es muy sensible al exceso de agua. De hecho, sus pequeñas bolitas te chivarán cuál es el estado de la planta: si estas se caen solas sin casi tocarlas, significa que tiene exceso de agua; si de lo contrario las bolitas se arrugan, deberás ponerlas en remojo. Por eso, cuidado con mantenerlas en exposición directa de los rayos de sol del medio día veraniego.

Filodendro Hoja de Corazón (Philodendron scandens)

El Filodendro Hoja de Corazón es muy similar al Potos y a menudo se confunden, pero se diferencian principalmente porque el Philodendron tiene las hojas de un verde más oscuro, de mayor tamaño y en forma de corazón.

Es una planta sencilla de cuidar, de diferentes tamaños y muy vistosa. La podemos cultivar como planta colgante o como planta trepadora (en vertical), pero la primera opción resulta mucho más especial ya que los tallos a medida que crecen desarrollan raíces aéreas que se expanden por la superficie de manera que tiene muchas posibilidades decorativas.

Como ya hemos mencionado, esta planta de interiores requiere cuidados muy sencillos. Normalmente exige una temperatura media entre los 20 y 30 grados, una iluminación indirecta y un riego bastante moderado (con regarla una vez a la semana es más que suficiente).

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Potos (Epipremnum aureum)

Siempre que se habla sobre plantas resistentes y aptas para principiantes, inmediatamente se nos viene a la cabeza el Potos. Su crecimiento es bastante rápido y aunque en su medio natural produce grandes hojas, si se cultivan en interior no suelen superar los 10 cm de longitud.

La exposición al sol nunca debe de ser directa sino más bien difusa o incluso casi en sombra, y el riego principalmente es moderado aunque en las estaciones más cálidas es necesario aumentar la frecuencia.

Planta de queso suizo (Monstera adansonii)

Lo primero que debes tener claro es que la Monstera Delicia (costilla de Adán) y la Monstera Adansonii no son la misma planta. La principal diferencia es que la Adansonii tiene un tamaño más reducido tanto en las hojas como en altura.

Esta planta es comúnmente conocida como Planta de queso suizo debido a sus hojas llenas de agujeros imperfectos, lo cual es lo que más suele llamar la atención de ella y sin duda aporta un ambiente muy especial.

Es muy resistente a los insectos y a los parásitos y también un poco exigente en cuanto a sus cuidados: prefiere temperaturas altas a temperaturas bajas (20-25 grados), bajo una humedad alta y con un riego bastante moderado en las estaciones frías que contrasta con un riego más abundante en verano. La exposición al sol debe ser alta pero sin llegar a incidir directamente en ella.

Helecho rizado (Nephrolepis exaltata)

El género Nephrolepis se compone de unas 30 especies de helechos de tamaños y formas diferentes. Se pueden colocar de muchas maneras diferentes pero habitualmente se decoran en macetas colgantes.

Como la mayoría de las plantas mencionadas anteriormente, le favorece una temperatura entre 20-25 grados y no conviene que esta descienda de los 10ºC. Hay que mantenerlas lejos de las fuentes de calor y evitar las corrientes de aire fuertes. Es conveniente que el riego sea más o menos frecuente (sin excederse) y durante el verano normalmente se rocía agua en sus hojas.

Cinta (Chlorophytum comosum)

También conocida como Malamadre o Lazo de amor, esta planta de hojas encintadas y alargadas y de colores verdes es muy utilizada en la decoración de patios y terrazas, así como en parques y jardines.

Hay que regarla moderadamente (cada diez días en invierno y un par de veces a la semana en primavera y verano) y evitar que el ambiente sea muy seco, ya que pueden marchitarse y arrugarse sus hojas. A pesar de que su aspecto se empiece a afear, la suerte es que esta planta es muy resistente y se reanima al volver a regarla. Tanto en el exterior como en el interior prefiere estar bajo la luz indirecta o en sombra.

Cactus muérdago (Rhipsalis Baccifera)

Sí, por increíble que parezca proviene de la familia de los cactus. Los cactus colgantes no son muy conocidos, pero después de conocer un poco más sobre el Rhipsalis Baccifera seguro que te plantearás tener uno que decore tu balcón o terraza.

De origen cubano, los tallos colgantes de esta planta pueden llegar a alcanzar una longitud de hasta un metro, en los cuales también pueden florecer pequeñas bolitas blancas en primavera.

Los cuidados que requiere son extremadamente sencillos y además se adapta a cualquier ambiente. Eso sí, es importante que la coloques en una zona donde no haya luz directa, pero sí mucha luz (tanto en el exterior como en el interior). Por otro lado, el riego suele ser escaso, pero para mayor seguridad recomendamos regar sólo cuando la tierra esté completamente seca.

Cola de burro (Sedum Morganianum)

Esta suculenta larga está formada por una hilera de hojas suaves, cortas y casi redondas que, si se cuidan bien, sus tallos pueden llegar a medir hasta un metro de largo.

Entre todos sus cuidados, lo más importante para su crecimiento es que esta planta reciba mucha luz al día (aproximadamente cuatro horas), ya que de lo contrario crecerá pequeña y pálida. Si esto se cumple, un riego muy moderado nada excesivo (una vez cada semana o cada dos semanas dependiendo del calor y la humedad) hará que crezca bonita y sana.

Cadena de níqueles (Dischidia Nummularia)

Una planta exuberante y bonita que requiere cuidados básicos hará que luzca tu casa de la manera más especial ¿qué te parece?

La Dischidia Nummularia también pertenece a la familia de las suculentas, lo cual ya de primeras nos hace pensar que es resistente y que no necesita tampoco exceso de agua, lo cual es correcto. Son demasiado autosuficientes y crecerán fuertes y sanas con muy pocos cuidados. Sólo necesitarás reservarla un hueco al lado de una zona muy iluminada.

Imágenes recogidas en Canva y Depositphotos