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El movimiento higienista es una corriente arquitectural y de urbanismo que fomenta la aplicación de las teorías higienistas. Estas teorías nacen en la primera mitad del siglo XIX con el Liberalismo, cuando se comienza a tener en cuenta la salud de la ciudad y sus habitantes.
Los médicos y los políticos lucharían contra la insalubridad de las viviendas y la propagación de la tuberculosis. Comienza la necesidad de mantener ciertas condiciones de salud en el ambiente de la ciudad mediante la instalación de agua corriente, iluminación en las calles o cloacas.
En los lugares públicos como la escuela se desarrolla este movimiento con la medición de las ventanas calculadas según los datos científicos de la época para optimizar la oxigenación y las horas de sol para los alumnos. Así mismo hicieron con hospitales y sanatorios.
El Movimiento moderno o el Racionalismo buscaba una arquitectura con las características del movimiento higienista. Líneas sencillas y funcionales, basadas en formas geométricas simples y materiales de orden industrial (acero, hormigón, vidrio), al tiempo que renunciaba a la ornamentación excesiva y otorgaba una gran importancia al diseño, que era igualmente sencillo funcional.
Este movimiento con preocupaciones higienistas estaban en los ideales de ciudad-jardín y sería muy importante para la creación de un nuevo urbanismo que se desarrollaría a partir de 1920. Estas preocupaciones de los higienistas revolverán en las conciencias de los urbanistas de finales del siglo XIX en la generación de modelos de ciudad que protejan de los excesos de la vida urbana desarrollada a partir de la revolución industrial.
Esta imágen es la Villa Savoye, situada a las afueras de París, Francia. Es un ejemplo de arquitectura con características higienistas. Fue construida en 1929, proyectada por Le Corbusier, un arquitecto muy influyente del siglo XX. Contiene cinco puntos claves de esta nueva arquitectura (y así serán todas las demás del mismo estilo):
- Edificio sobre columnas en la planta baja, dejando la superficie en su mayoría libre.
- Cubierta en terraza, sobre la que se sitúa un jardín.
- Espacio interior libre, debido a la estructura basada en pilares y a que solo hay tabiques.
- Fachada libre de elementos estructurales, de forma que se pueden multiplicar las aperturas acristaladas y diseñarse sin impedimentos.
- Ventanas corridas en las fachadas para conseguir una gran iluminación natural en el interior.
La Villa Saboya se encuentra hoy restaurada como casa-museo.
Imágenes: Wikipedia, Color y arquitectura contemporánea, Fiveprime, Fernando González de Zarate, Higienismo y Salud, Navarra Capital, La Voz de Galicia,