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· El acceso a la vivienda, la contaminación y el tráfico asociado o los espacios verdes son temas recurrentes en los problemas detectados por los ciudadanos y sobre los que el planeamiento urbanístico puede generar un impacto mayor
· Hogares sostenibles, con espacios multifuncionales y abiertos, y dotados de inteligencia integrada en las Smart Cities son algunas de las tendencias de las viviendas del siglo XXI
El crecimiento de las ciudades, tanto desde el punto de vista demográfico como económico, es imparable. La ONU calcula que para 2050 casi el 70 % de la población mundial vivirá en zonas urbanas y que más del 80 % del producto interno bruto (PIB) mundial se generará en las ciudades.
El desarrollo de las urbes y la aparición de nuevas megaciudades obliga a pensar en el modelo de ciudad, barrio y vivienda que los habitantes demandan, teniendo en cuenta que el acceso a la vivienda, la contaminación y el tráfico asociado a los núcleos urbanos y la demanda de espacios verdes son algunos de sus problemas recurrentes.
“Durante muchos años hemos construido y diseñado ciudades sobre planes urbanísticos obsoletos que no reflejan las necesidades sociales, urbanas y económicas de las personas y las empresas”, advierte Alfredo Zulueta, presidente de la comisión gestora de la Nueva Centralidad del Este.
“Sin embargo, ahora tenemos la oportunidad de diseñar ciudades acordes a las necesidades del siglo XXI, aprendiendo de los errores del pasado y pensando en una gestión adecuada puede contribuir al crecimiento sostenible, impulsar la innovación y aumentar la productividad, al tiempo que se hace frente a los desafíos de digitalizar las ciudades, satisfacer la creciente demanda de viviendas asequibles, crear más espacios verdes y desarrollar infraestructuras eficientes”, añade.
Coincidiendo con la celebración del Salón Inmobiliario Internacional de Madrid (del 26 al 29 de mayo en IFEMA), desde la Nueva Centralidad del Este, el nuevo distrito de la innovación que vertebrará Madrid en el noreste de la capital, han querido vislumbrar las cinco tendencias que marcarán el desarrollo de las ciudades y los hogares del siglo XXI:
1) La eficiencia energética como pilar de construcción. La aplicación de la economía circular con el uso de materiales reciclados o sostenibles, que permiten una construcción eficiente de los activos, así como la integración de nuevas tecnologías inteligentes que faciliten el reciclaje y reduzcan la generación de residuos, como ocurre con las Passivhaus con el empleo de la arquitectura bioclimática, reduce las necesidades de calefacción y refrigeración de las viviendas en un 75 %.
Además, es necesario proyectar edificios y viviendas que limiten el gasto energético, con modelos de eficiencia y consumo nulo y la aplicación de fuentes renovables de energía que permitan el mayor grado de autosuficiencia energética posible, sobre todo, teniendo en cuenta los altos costes actuales de los suministros (luz y gas).
2) Viviendas inteligentes integradas en las Smart Cities. La digitalización de los hogares con elementos y servicios domotizados no tendrá sentido si no se conectan de forma inteligente con otros servicios de la ciudad.
El éxito de las viviendas inteligentes como parte integrada de las Smart Cities pasa por incorporar antes de su construcción tecnología, con elementos y sensores IoT y Smart Grids (para la automatización, gestión de servicios y control de indicadores de calidad), y promoviendo energías renovables (paneles solares, energía eólica, biogás…).
3) Espacios verdes y abiertos tanto en viviendas como en el barrio. Los hogares demandarán más terrazas (que no computarán como obra edificada por el valor que han cobrado durante el confinamiento), y tendrán unos 90 metros cuadrados de media frente a los 100 habituales, acorde al tamaño de las futuras familias (según el informe España 2050 para 2035 el 61% de los hogares contará con una o dos personas).
Además, la planificación de construcciones en altura y grandes manzanas permite crear grandes zonas verdes más fáciles de mantener y que invitan a la práctica de deporte y hábitos de vida más saludables.
4) Casas y espacios multifuncionales. La pandemia ha cambiado el estilo de vida y trabajo. Y ese cambio se verá reflejado tanto en el interior de las viviendas (con zonas amplias multifuncionales que faciliten el teletrabajo) como por el uso y las dotaciones de los edificios.
Por ejemplo, con el coliving, el cohousing o con sociedades de propiedad mutua de viviendas o, desde el ámbito empresarial, con espacios de coworking, suelo concebido para la actividad económica verde y que impulsen la actividad económica 4.0, espacios de emprendimiento colaborativo o desarrollando nuevos modelos de oficinas que rehúyan de los cubículos, con espacios abiertos de innovación y áreas para laboratorios o almacenamiento.
5) Aplicación de la movilidad inteligente y sostenible. No sólo se apostará por la digitalización inteligente y eficiente de las infraestructuras con los últimos sistemas de transporte eléctrico, sino que la vuelta a los orígenes del barrio de cercanía o la ciudad de los 15 minutos, facilitará la movilidad inteligente, reduciendo los desplazamientos del hogar al trabajo.
Imágenes: Deposithphotos, Unsplash