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Los tiempos cambian y con ello las necesidades. En el caso de la vivienda, la tipología de los inmuebles va modificándose según evolucionan los estilos de vida y el mercado se abre a nuevas posibilidades, como son las casas prefabricadas.
Las casas prefabricadas se caracterizan por estar producidas en parte o en su totalidad en una fábrica, procediendo a su montaje in situ y tienen un carácter permanente.
Aunque el origen de este tipo de viviendas se remonta siglos atrás, es hoy en día cuando se están viendo como una buena opción para el público que busca vivienda, queriendo encontrar en ellas un ahorro en costes de construcción, manteniendo el confort, la seguridad y la eficiencia energética.
Historia de las casas prefabricadas hasta el siglo XX
La prefabricación da sus primeros pasos en el antiguo Egipto, cuando los bloques de las pirámides eran tallados cerca de las canteras y posteriormente transportados, mediante barcas a través del Nilo, al lugar final de construcción
Ejemplos de casas prefabricadas también encontramos en Renacimiento, existe documentación de un tipo de construcción modular ideada por Leonardo da Vinci para la creación de nuevos asentamientos en el Valle del Loira. La creación de las piezas de los edificios se llevaría a cabo en un fábrica instalada en la misma ciudad.
Disponemos de ejemplos de construcciones prefabricadas no permanentes para acoger a tropas en tiempo de guerra, transportadas mediante buques de Gran Bretaña a las Colonias.
Los mayores avances en la prefabricación se produjeron a la par que la Revolución Industrial; con la aparición de nuevos materiales y técnicas de construcción y los nuevos problemas sociales, la casa prefabricada parece dar nuevas soluciones a la realidad del momento. Permiten el desarrollo de esta tipología de vivienda son la técnica del Balloon Frame y el uso generalizado del hierro para la construcción. El primero se caracteriza por la creación de estructuras mediante listones de madera más finos, pudiendo prescindir de elementos pesados como vigas, a la par que es un método constructivo mucho más sencillo. El uso generalizado del hierro comenzó con el incendio de Chicago en 1871, en el que la ciudad ardió por completo al estar construida en madera, y permitió el desarrollo de las estructuras de acero y encofrado de hierro, que dieron la posibilidad de construir edificios de gran altura, como los rascacielos.
Con motivo de la Exposición Universal celebrada en Londres en 1851, se levantó el Crystal Palace de Joseph Paxton en Hyde Park. Este edificio, realizado en cristal y hierro fundido, puede catalogarse en el ámbito de la prefabricación, ya que fue montado y desmontado en numerosas ocasiones en el sitio donde se iba a exhibir.
En estos momentos Edward Tuckerman Potter patenta el primer modelo de casa prefabricada a partir de una serie de módulos en hormigón en forma de cajones que se apilan. Y más tarde, Gustav Lilienthal, reformador social y arquitecto, crea diferentes proyectos urbanísticos basados en la vida comunitaria en los que las granjas se realizan en bloques de hormigón de núcleo hueco, ensambladas in situ. A él también se debe la creación del juego infantil de bloques de construcción, llamado Anchor Stone Blocks.
Desarrollo de las casas prefabricadas en el siglo XX
De nuevo la evolución en el campo de la industria dio lugar a nuevos avances en la construcción. El desarrollo de la producción en serie por Ford permitió el desarrollo de técnicas en serie aplicadas al diseño y la arquitectura, entre otras.
Podemos encontrar muchos ejemplos de casas prefabricadas a lo largo de todo el siglo, pero quizás por su singularidad tenemos que hablar primero de las casas por correo. Esta idea creada por Sears, se basaba en la compra por catálogo de una casa con un estilo determinado y se te hacía llegar por tren con todo lo necesario para montarla.
El catálogo de Sears contaba con con hasta 300 modelos de casas y aún hoy podemos encontrar ejemplos de ellas por EEUU y Canadá. El tiempo de construcción estimado era de 90 días y se podía realizar con la familia y amigos o contratando obreros de Sears.
En el caso de Europa, en el primer tercio del siglo XX aparece el Werkbund, que más tarde influenciará de forma determinante en la Bauhaus.
Este movimiento artístico, sufragado en parte por el estado alemán, nace en Múnich y pretendía integrar los oficios tradicionales con las técnicas industriales de producción en masa. Sus integrantes querían dar respuesta al aumento de la demanda de vivienda, creando propuestas de fabricación en serie para nuevos barrios en la periferia. Mediante exposiciones anuales, conocidas como Werkbundsiedlung, presentaban todos los nuevos proyectos en el ámbito de la construcción.
Más tarde será la Bauhaus la recogerá el testigo de nuevos intentos en el ámbito de la prefabricación. Preocupados por el urbanismo y la arquitectura, intentarán dar respuesta a los nuevos tiempos combinando la producción en serie con los oficios tradicionales.
El Movimiento Moderno y la prefabricación
Fueron muchos los que intentaron sacar la casa prefabricada de sus connotaciones negativas. Creyendo que se trataba de una construcción de baja calidad y con un carácter temporal, ha sido vista de forma negativa hasta tiempos recientes.
Walter Gropius, nº 16 y 17
Otros supieron ver la versatilidad de la prefabricación y trabajaron en esta idea a lo largo de su carrera. Es el caso de Walter Gropius, fundador de la Bauhaus. Siempre indagó en este proceso, buscando ahorrar en costes y reducir tiempos, combinando diferentes montajes para evitar perder la individualidad y dando la opción de futuras ampliaciones a estas viviendas.
Para la Exposición de la Vivienda de Stuttgart en 1927, Gropius ideó dos tipos de viviendas intregramente prefabricadas conocidas como la número 16 y la 17. En ellas se utilizaron materiales como el corcho y el acero, y el tiempo de construcción se consiguió reducir a los 3 meses.
La idea era dar con una solución más económica para las viviendas unifamiliares alemanas, que por aquella época no eran asequibles para la mayoría de la población. Otro de sus proyectos en colaboración con Adolf Meyer sería la Baukasten,en la que mediante un módulo de básico de construcción se podría dar lugar a diferentes tipos de viviendas mediante la adición de estas estructuras y respondiendo a las necesidades de sus habitantes.
Marcel Breuer y su casa prefabricada BAMBOS
Marcel Breuer trabajó en la Bauhaus, más concretamente en el taller de ebanistería. En su faceta como arquitecto ideó las casas prefabricadas Bambos en 1925. Este proyecto nace de la demanda de los maestros jóvenes de tener sus propias casas.
El proyecto basado en la prefabricación y modulación está muy influenciado por sus diseños previos en mobiliario. La estructura es metálica y de fácil montaje, presentando tres variantes del diseño inicial numeradas del 1 al 3.
Frank LLoyd Wright y su interés por la prefabricación
El renombrado arquitecto norteamericano también indagó en la prefabricación como solución para ahorrar costes y aligerar tiempos en la construcción. en 1954 colaboró con Marshall Erdman, constructor de casas prefabricadas, para lanzar al mercado tres diseños realizados por él mismo.
Las casas incluían todos los elementos constructivos, excepto los cimientos, la calefacción y la fontanería, y posteriormente tenían que ser aprobadas por LLoyd para añadirles su famoso ladrillo rojo. Se crearon tres diseños denominados Prefab #1, Prefab #2 y Prefab #3, de los dos primeros podemos encontrar varios ejemplos en EEUU, pero nunca se llegó a construir ningún ejemplo de Prefab #3.
Casas prefabricadas en el siglo XXI, la revolución del diseño
La prefabricación sigue avanzando en este siglo. Muchos arquitectos ganadores del Premio Pritzker han experimentado con este tipo de construcciones. Estos proyectos promovidos por la empresa Revolution Precrafted, buscan democratizar el diseño, buscando eficiencia, ahorro en costes y libertad a la hora de elegir el sitio donde vivir.
En el Design Miami 2015 Zaha Hadid y Gluckman Tang realizaron dos pabellones que constaban de una sóla estancia multifuncional. Otro diseño nos lo presenta Marcel Wanders, realizado en cristal y con columnas prefabricadas que sujetan el techo.
Huyendo de la creación en serie, estos diseños buscan la utilización de los materiales más próximos al lugar de construcción y la posibilidad de añadir más estancias. Utilizando técnicas innovadoras como las impresoras 3D o el corte al láser, estos arquitectos experimentan con nuevos materiales y formas de producción que den respuesta a las necesidades de la sociedad actual, pudiéndose transportar cada una de la viviendas de un lugar a otro.
Los costes de estos pabellones y viviendas van desde los 60000 euros hasta los 500000, dependiendo del número de habitaciones y tipos de diseño.
Imágenes: DepositPhotos