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La Chalk paint o pintura de tiza es un material que, aunque inspirado en técnicas antiguas, ha supuesto toda una revolución en la decoración y el bricolaje por su comodidad, atractivo e infinitas posibilidades.
Los amantes del DIY que quieren personalizar la decoración de sus hogares y experimentar con su creatividad están de suerte con este producto: con chalk paint el proceso de pintura se hace el doble de rápido, fácil y además se consiguen unos resultados estupendos.
Todos aquellos que se hayan animado a pintar un mueble en el pasado con otro tipo de pintura recordarán (o lo tendréis absolutamente presente) lo agotador que era prepararlo; y después tener que dar una y otra capa de pintura esperando horas entre cada una hasta que se hubiesen secado. Pues bien, todos estos obstáculos se superan con la pintura de tiza: amplia cobertura, secado rápido, y sin necesidad de imprimar previamente las superficies.
Pero ¿qué es la pintura de tiza? Se trata de un tipo especial de producto acrílico, es decir, cuya base es el agua, lo que elimina la toxicidad de otras pinturas y la hace mucho más respetuosa con el medio ambiente y con la salud de quien la utiliza. Su nombre proviene de su característico aspecto empolvado, y es fácilmente reconocible por el acabado de textura sedosa y aspecto ligeramente satinado.
Aunque podemos encontrarla comercializada en múltiples tonos, sin lugar a duda la paleta estrella es la de los colores pastel como melocotón, verde menta, aguamarina o rosa palo,que hacen de la chalk paint la gran alíada de algunos de los estilos decorativos más de moda: el Shabby Chic, el vintage, el nórdico o el French style.
Además, resulta muy fácil de lijar y preparar para darle un aspecto avejentado que confiera ese aire rústico hasta al mueble más nuevo y moderno.
Las ventajas de la pintura de tiza no se acaban aquí: es inodora, es posible mezclarla con otros colores o con otros tipos de pinturas acrílicas, por los que tenemos un gran abanico de posibilidades cromáticas con solo unos pocos tonos, y además es posible rebajarla con agua para suavizar la intensidad del color sin que afecte a la calidad del producto (ya que, como hemos mencionado, ésta es precisamente su base).
Pero si hay un valor añadido que proporciona el uso de la chalk paint, éste es sin duda la posibilidad de prescindir de la imprimación previa de la superficie sobre la que queremos trabajar. Solo hay unas pocas excepciones: los muebles con poca porosidad como los lacados o los de melanina se recomienda que se lijen suavemente antes de pintar para asegurar que el producto se fije bien.
Pero en todas las demás superficies podemos aplicar directamente la chalk paint y ésta cubrirá sin problemas todos los recovecos y relieves, y el hecho de que no forme película garantizará que no se levante o cuartee. Además permite al mueble «respirar», conservando la calidad del material sobre el que la hemos aplicado (si aplicamos una capa muy fina, además, el grano y la textura de éste seguirá siendo visible, si es eso lo que queremos).
Su textura es densa y proporciona una muy buena cobertura, hasta el punto de que probablemente tendremos suficiente con una capa. En las superficies más lisas y amplias, una capa gruesa se distribuirá fácilmente sin crear pegotes o manchas irregulares de color, y para aquellos detalles una capa más fina rebajada con agua asegurará que cubramos hasta el relieve más intricado. Precisamente por esto con una sola lata tendremos para un buen rato, pues el producto cunde de verdad.
Con pincel, con brocha, rodillo de espuma… podemos utilizar cualquier instrumento y, además, sobre cualquier tipo de superficie: madera, tela, plástico, vidrio, piedra, metal, cerámica o rafia; y da igual si ya está pintado, barnizado o si incluso presenta óxido, podemos aplicarla directamente.
Para pintar, basta con limpiar bien la superficie (por ejemplo, con agua y un poco de amoníaco), secarla con cuidado y asegurarnos de haber eliminado todo el polvo, y después dar una capa generosa. Tras esperar a que se seque (lo cual no debería llevar más de un par de horas), si consideramos que es necesario, podemos aplicar una segunda capa en función del acabado, la intensidad del color y la textura de la superficie que estemos buscando.
Se recomienda aplicar posteriormente algún tipo de barniz o de cera para que el resultado sea lo más duradero posible. Un barniz transparente al agua, por ejemplo, respetará el color original, o si no podemos utilizar cera (se comercializa un tipo especial diseñado para chalk paint): la cera más clara no afecta demasiado al tono de la pintura y le proporciona una acabado brillante y sedoso, y la cera oscura sí cambia el color, oscureciéndolo y dándole una tonalidad más amarillenta, lo que la hace perfecta para conseguir un aspecto antiguo y ajado para nuestros muebles en la línea de los estilos vintage o Shabby Chic.
[bctt tweet=»Os presentamos la pintura de tiza o #chalkpaint, la revolución de la #restauraciom y la #decoracion DIY»]
Hay muchas técnicas de pintura para las que podemos utilizar la chalk paint: decapado, envejecido, lavado, decoupage o estarcido, en función de nuestras necesidades, gustos y capacidad artística.
Chalk Paint es marca registrada por Annie Sloan, la pionera en este producto y un referente de la pintura decorativa. Su línea ofrece 33 tonos que abarcan colores pastel y otros más vívidos, y comercializa además ceras (clear y dark), libros de técnicas, consejos e ideas de coración; plantillas, telas y otra serie de productos complementarios específicos para la pintura de tiza. Otras marcas que ofrecen pintura de tiza son La Americana, con su línea Chalky Finish; o la firma Auténtico. Incluso, si queremos buscar la opción más barata y más «manitas», hay tutoriales y recetas de pintura de tiza casera para llevar el DIY un paso más allá.
Además de online, podemos encontrar algunos puntos de venta físicos de las diferentes marcas, que aparecen listados en sus páginas, y locales donde se organizan además talleres para prender a usarla: por ejemplo, la tienda Popurridefua en Madrid, o Doctora Vintage o The Hobby Maker en Cataluña.
Versátil, cómoda, y además con unos resultados de lo más bonito: si aún no la utilizas, no dudes en incluir la chalk paint en tu repertorio de productos para bricolaje y conseguirás que todos tus trabajos DIY se beneficien de las ventajas y el acabado inconfundible de este producto.