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Cada vez son más las personas que apuestan por ser sus propios productores de hortalizas y frutas, ya que se trata de una buena forma de reducir nuestras visitas al supermercado y de consumir productos más frescos y sabrosos.
Además, siendo tu propio agricultor, tendrás el control de los productos y métodos que utilizas para el cuidado de tu huerto, por lo que podrás decir adiós a los productos químicos y a los métodos poco respetuosos con el medio ambiente.
Por supuesto, como buen hortelano, tendrás que tener conocimientos y mucha paciencia para que tu huerto sobreviva a cada temporada, puesto que los cultivos son estacionales y tendremos que conocer cuándo es el mejor momento para plantar cada alimento.
Otro dato que debemos considerar, es que los huertos urbanos de terraza o balcón están condicionados por el espacio y la orientación de la vivienda, por lo que habrá que tener en cuenta elementos como: las horas de luz, sol directo de al menos 6 horas al día, viento, entre otros.
Es importante también que elijas el tipo de contenedor que se adapte mejor a tus necesidades y dimensiones de tu espacio.
Para los huertos urbanos de terraza y balcón, en esta época lo ideal es recurrir a plantas de ciclo corto como los rabanitos, espinacas, acelgas, lechugas. Incluso si tenemos más espacio podemos tener tomates, pepinos, guisantes o judías, por ejemplo.
Pero, ¿cómo ponemos en marcha nuestro huerto urbano?
Plantación directa
Si tu cultivo no requiere de semilleros previos, podemos plantar las semillas directamente en el contenedor final utilizando un substrato apto para agricultura ecológica como COMPO Substrato Huerto y Frutales.
Una vez plantadas las semillas, deberás mantener el substrato húmedo, pero sin encharcarlo para evitar que se pudran las raíces de las plantas. Poco a poco irán creciendo hasta que comiencen a dar unos frutos deliciosos.
Plantación en semilleros
Si por el contrario tu cultivo ha de ser plantado en semilleros previos antes de trasplantarlos al contenedor final, deberás seguir los siguientes pasos:
- Deposita el substrato en el fondo de tu semillero.
- Coloca las semillas y cúbrelas con 1-2 cm de substrato.
- Pulveriza la tierra con agua para mantenerla siempre húmeda y coloca el semillero en un lugar soleado y cálido para que puedan germinar las semillas.
- Una vez haya crecido la planta suficiente, tendrás un plantel para trasplantar a su destino final: maceta, mesa de cultivo, etc.
Mantenimiento del huerto urbano
Cuando ya tenemos montado nuestro huerto, deberemos prestarle atención y actuar ante sus necesidades. Será muy habitual que tus cultivos se vean afectados por una plaga, pero para esto existen soluciones naturales como COMPO Bio Insecticida Stop, que te ayudarán a eliminarla sin dañar la calidad de los frutos (spray & eat).
Además, si el cultivo está afectado por hongos, COMPO Bio Fungicida Stop potenciará las defensas naturales de las plantas frente a ellos.
De hecho; BIO Insecticida Stop es apto para plagas como el pulgón, la cochinilla, araña roja y mosca blanca; y hace que los insectos se cubran de una película de aceite, impidiendo que la plaga se propague.
Tan solo tendrás que pulverizar sobre la planta afectada, realizar un máximo de 3 aplicaciones cada 7-10 días (si la plaga persiste) y tener en cuenta que el tratamiento se realizará al comienzo de la aparición de la plaga al aire libre, (de marzo a octubre) y durante todo el año en interiores.
Por otro lado, nutrir los cultivos con fertilizante es muy importante para garantizar que su crecimiento sea sano y fuerte, ya que es importante que el substrato siga conservando todos los nutrientes que el cultivo necesita.
Los fertilizantes ecológicos aportan microorganismos beneficiosos que aseguran que las plantas estén bien nutridas y como resultado favorece que tengan un sistema inmunitario fuerte para que estén sanas. Por eso te recomendamos abonar habitualmente con Compo Bio Fertilizante Huerto y Frutales o bien con COMPO Bio Varitas Fertilizantes Huerto y Frutales.
Otros factores a tener en cuenta
- La asociación de las plantas para aprovechar mejor el espacio: asocia plantas con diferente porte, junta verduras de crecimiento rápido con otros más lentos, mezcla plantas de flor junto con hortícolas y mezcla hortalizas de hoja con hortalizas de raíz.
- La humedad de la tierra: asegúrate de que no está seca y ves regulando los riegos.
- Mantenlas rectas con una guía si la planta lo necesita y condúcelas para que puedan crecer bien.
- Ves revisando las hojas y los tallos para ver si encuentras insectos que puedan ocasionar plagas o enfermedades.
¿A qué estás esperando? Comer sano y sabroso depende de ti y es más fácil de lo que parece. Además de tener en cuenta todos estos consejos, no olvides aportar una buena dosis de amor, delicadeza y mucha paciencia.