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Ganando cada vez más terreno tanto en la industria y la automoción como en el alumbrado público, las luces LED son hoy también un elemento decorativo. Gracias a su menor consumo y un sinfín de posibilidades cromáticas y de modulación, conforman un recurso creativo de alto nivel. Especialmente, cuando vertebran parte de la identidad de nuestro hogar.
De la luz del fuego a las luces LED
La luz, lejos de su función principal para con la naturaleza, es también parte capital del ecosistema introspectivo humano. La luminosidad es lo que da espacio, forma e incluso sentido a algunas de las obras artísticas más fascinantes de la humanidad, como sucede en la pintura.
Cuando conseguimos al fin abandonar el fuego como poder telúrico para iluminar las sombras, la luz artificial irrumpió por doquier con el objetivo subyacente de, además de alumbrar, recrear una escenografía íntima en nuestros hogares. Es por dicho motivo que la luz en casa opera también bajo una función decorativa en la que el consumo de energía juega un papel trascendental.
Ya hace tiempo que las luces LED, más luminosas y de menor consumo, aparecieron en el mercado como una alternativa efectiva y verde a la bombilla convencional.
Existiendo también en tamaños realmente diminutos, ha encontrado también espacio en la decoración a fin de crear sutiles puntos de luz que ensalcen los objetos que constituyen nuestra identidad hogareña.
Asimismo, formando parte de dispositivos como los que tienen en BuyLED mediante los que iluminar tanto un jardín o un hogar como formar parte del alumbrado público y la iluminación industrial. Y, en definitiva, más que alumbrando, siendo en sí mismos objetos de decoración.
¿Son mejores las luces LED?
El mismo Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España sitúa las luces LED como base para un consumo responsable de energía en aras de un mundo más ecológico. Tomando una comparación simple, mientras que una tradicional bombilla incandescente de 60 vatios consume más de 11Kw de energía al mes, una simple bombilla LED de 7 vatios consume menos de 1,5Kw mensuales. Ello se traduce, por lo tanto, en un mayor ahorro energético. Donde se incluye una esperanza de vida mayor, unas 15.000 horas de duración frente a las escasas 2.000 de una bombilla tradicional.
Cuanto a diseño, y como se ha mencionado, las luces LED son más maleables en cuanto a disposición en un espacio. Encendiéndose de manera instantánea, tampoco deslumbran y admiten incluso variedad de tonalidades.
Pudiendo modificar tanto su color como su temperatura y, por lo tanto, adquirir un cariz de elegancia indispensable para el arte de la Decoración y el Interiorismo. Donde, tanto distribuir como instalar paneles led se convierte en un recurso creativo con grandes posibilidades. Hallando, además, distintos modos de hacerlo. Desde un panel en suspensión hasta un marco o un montaje en superficie.
Un horizonte de posibilidades en iluminación gracias a las luces led
El terreno que han ganado las luces LED se extiende hoy en día incluso hasta el mundo de la automoción. Sin embargo, su aplicación en el hogar con funciones que van más allá de la necesaria iluminación es, como se ha mencionado, toda una fantasía.
Si bien muchos optan por una instalación de luces LED con modificación de color mediante control remoto para enfatizar ciertos colores, otros prefieren utilizar sus ventajas para destacar ciertos elementos del hogar. A modo de ejemplo, basta con instalar una red de pequeñas bombillas LED zigzagueando a través de un entramado de ramas decorativas para brindar calidez natural a una sala.
Con gran presencia en Navidad, dado que existen muchos objetos con un cableado interno de luces LED con el que añadir ese toque festivo y minimalista a nuestra decoración navideña, su uso se extiende más allá. Otro ejemplo de su uso, muy solicitado por los amantes de la jardinería, son las luces solares LED que simulan una piedra. Un modo de decorar muy sutilmente nuestro jardín al mismo tiempo que ahorramos consumo empleando una fuente de energía renovable. En casos más llamativos, existiendo opciones de bolas decorativas y otras tipologías igualmente ajustadas al gusto de cada uno.
Un sistema de luz que admite creatividad
Asimismo, y como recuerda BuyLED, las luces LED nos sirven como recurso para desatar la creatividad tanto con la propia luz como con su color.
Sirviéndose de atenuadores para dormitorios o pequeñas hileras de luz en escaleras como guías para una mayor orientación en la oscuridad. Recomendando también utilizar acabados en latón o cobre para las cocinas, añadiendo así una tonalidad cálida y sutil mediante la que iluminar tanto pequeños puntos de dicho espacio como lugares más específicos.
Su dinamismo, por lo tanto, nos permite jugar tanto con su disposición como su tonalidad tanto como pueda explotar nuestra imaginación.
En ese sentido, es posible comprar por separado pequeñas bombillas LED mediante las que poder crear cualquier cosa. Basta con algo de ingenio para darle forma a una idea que realmente marque una diferencia y dé personalidad a los espacios de nuestro hogar.
No hay que reprimir jamás la imaginación. Una luz tenue y de una tonalidad agradable en un lavabo puede contribuir a un mayor disfrute de un baño. Por otra parte, una luz más agresiva en una cocina, pero de intensidad modulable, nos permite un increíble alumbrado para cocinar, así como también un ambiente acogedor e íntimo mientras tomamos un café y conversamos sosegadamente.
Un elemento indispensable para iluminar la casa
Si bien las luces LED suponen en primera instancia una inversión, dado que su precio es mayor al de una bombilla convencional, el ahorro a largo plazo es más que patente. De hecho, sobran los motivos por los que aprovechar sus corroborables y múltiples ventajas incluyéndolas en la atmósfera del hogar.
Definitivamente, una luz dinámica, funcional y efectiva cuyo uso no tan sólo contribuye a la preservación del medioambiente y nuestra economía, sino que también releva el poder telúrico del primitivo fuego jugando a favor de cuantas posibilidades podamos explorar.