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Diferentes empresas noruegas y de los vecinos países nórdicos y bálticos nos han mostrado en el Smart City World Congress celebrado la pasada semana lo que están haciendo sus grandes capitales para convertirse en ejemplos de sostenibilidad gracias a la innovación en la tecnología.
Oslo y otras ciudades noruegas como Bergen y Stavanger son referentes mundiales de ciudades inteligentes gracias a la cooperación entre los sectores público y privado, que realizan grandes inversiones para crear ciudades más inteligentes, ecológicas, inclusivas y creativas.
Ciudad Inteligente, o Smart City en inglés, es un término de uso global para describir las ciudades y comunidades sostenibles, así como las sociedades modernas en las que los valores económicos, sociales y
medioambientales impregnan todo lo que hacen y desarrollan.
El modelo ideal de una ciudad inteligente se basa en una serie de subsistemas entre los que podemos destacar una generación eléctrica distribuida, edificios y sensores inteligentes, eMobility, Smart Citizens, etc.
Este creciente interés por las Smart Cities no sólo es visible en Noruega. Ciudades de todo el mundo ven en el concepto de las Smart Cities una solución sostenible al crecimiento masivo de las poblaciones urbanas.
Ciudades como Barcelona o Málaga en España, Búzios en Brasil o Santiago de Chile han comenzado a convertirse en ciudades sostenibles económica, social y medioambientalmente, con acciones tan pequeñas
como poner farolas con bombillas de LED, o la aplicación de tarifas diferenciales según el horario de consumo, y así lo han demostrado en esta última edición del Congreso Smart City World Congress celebrado la semana pasada.
Noruega participó en el congreso junto con Suecia, Dinamarca y Letonia. Estas son las principales novedades
que presentó Noruega:
Oslo, la ciudad que se ha convertido en Marketing verde con la arquitectura sostenible
Diferentes empresas noruegas y de los vecinos países nórdicos y bálticos nos han mostrado en el Smart City World Congress celebrado la pasada semana lo que están haciendo sus grandes capitales para convertirse en ejemplos de sostenibilidad gracias a la innovación en la tecnología
El clúster noruego Nordic Edge nos propone un modelo de arquitectura sostenible que ya se ha implementado en la ciudad de Oslo. Noruega cuenta con una larga tradición de valores sostenibles, ya que lleva años buscando soluciones con la colaboración del sector público, el privado y el gobierno. Sus ciudades son ya prácticamente los mayores ejemplos de ciudades verdes, lo que ha generado que el resto del mundo deposite su confianza en las medidas que el país nos propone con sus nuevas tecnologías.
Su última innovación es la arquitectura sostenible, un nuevo concepto en el que está habiendo muchas iniciativas que se están desarrollando. El arquitecto Reinhard Kropft habló de esta nueva arquitectura tan ambiciosa que busca orientar sus proyectos en una dirección más innovadora que resulte menos dañina
para el medio ambiente.
Su último proyecto ha sido transformar una estructura ya construida en un edificio de oficinas con materiales sostenibles. Este edificio le da ya un gran valor a la ciudad de Oslo, convirtiendo a la ciudad misma en su mejor estrategia de marketing verde. La empresa espera que todas las innovaciones usadas en la construcción de este edificio se usen en futuros proyectos, ya que la colaboración y flujo de ideas son clave para el camino hacía las Smart cities.
Oslo, todo un ejemplo de innovación sostenible
El representante de la agencia en Oslo y ex director de Innovation Norway en España expuso que la clave de que Oslo se haya convertido en capital verde no está en la tecnología, sino en su gente, sus ideas y su colaboración. El truco de Oslo era ponerse objetivos ambiciosos a corto y medio plazo implementando diferentes medidas que harían a la sociedad reaccionar y ser más innovadora.
Analizan la situación y actúan, por ejemplo, vieron que la movilidad era uno de los factores más contaminantes de las ciudades noruegas, por lo que Noruega decidió que los coches eléctricos tuviesen menos impuestos que el resto, logrando así que el 60% de los coches que se compran hoy en día en el país son eléctricos. Esta medida inspiró a otros sectores, como el marítimo, que se está desarrollando un proyecto de construcción del primer buque de contenedores con 0 emisiones. La industria aérea también tiene proyectos en marcha con el objetivo de lograr el primer vuelo nacional 0 emisiones.
Otro sector muy contaminante es el de la construcción, por lo que Noruega exigió que en los próximos años
que la maquinaria utilizada tenía que ser cero contaminante, aunque este tipo de máquinas aun no existían.
Como respuesta, las distintas empresas se pusieron a innovar y a construir, creando la primera excavadora
sostenible en colaboración de la ciudad de Oslo con otros países que han desarrollado una red de maquinaria
sostenible.
Más inspiración sobre Smart Cities en este vídeo de 1,5 min en TheExplorer.