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“Esto es teatro y el teatro es juego”, afirma la directora de Titirimundi, Marián Palma. Titirimundi invita a celebrar el año nuevo con tres compañías que el público conoce bien y cuya imaginación desbordante caracteriza cada uno de sus espectáculos.
Perlas teatrales a través de “historias cercanas llenas de entretenimiento, curiosidad, misterio y esa premisa de Titirimundi que es habitar el asombro”, añade.
El lunes 2 de enero a las 18h., la compañía La Canica compartirá ese montaje lleno de creatividad y de la experiencia de encontrar a ese calcetín que siempre se pierde: Historia de un calcetín. Tin y Ton son un par de calcetines inseparables. Donde está Tin está Ton y donde esta Ton está Tin. Desde pequeños han crecido juntos compartiendo risas, aventuras y travesuras.
Un buen día Ton desaparece y Tin debe emprender un viaje en su búsqueda, un viaje lleno de sorpresas que lo llevará a rincones insospechados. Calcetines, sábanas, pantalones, fregonas, escobas, planchas y otros objetos cotidianos dan vida a la propuesta teatral más divertida y desenfadada de La Canica.
“Es una vuelta de tuerca más en nuestro trabajo con objetos. En la esta propuesta los protagonistas son los mismos objetos. El calcetín no es una serpiente, ni el plumero una gallina, ni una camiseta un elefantito. El calcetín es calcetín; y siente, respira, se emociona, desea, teme, habla como un calcetín”, dicen los miembros de La Canica.
«Ya sabemos que en la realidad un calcetín no habla, ni siente, ni se emociona, ni llora la pérdida de su amigo. Pero en este espectáculo buscamos dejarnos llevar por la ilusión y emocionarnos ante las peripecias de un calcetín que busca sin descanso a su amigo perdido”, explican.
Dedicado a todos los no lectores y neo lectores que les mueva la curiosidad por la lectura, el 3 de enero a la misma hora (18h.) Teatro Arbolé de Zaragoza traerá Leocadia y los ratones. Un montaje que transcurre en una Biblioteca imaginaria, donde se guardan todas las historias, las conocidas y las que están por conocer. Historias para ser contadas y leídas, historias secretas y misterios por resolver.
La Biblioteca imaginaria es el lugar donde ver, interpretar, y leer. Esta vez los personajes buscaran los libros secretos, los libros encantados, los libros por conocer. Porque la Bibliotecaria Leocadia, junto con dos ratones de Biblioteca (El ratón Pérez y la ratona Pereza), además de Laura, una lectora incansable, adentran al público en un mundo donde las princesas no son lo que parecen y donde la imaginación y la curiosidad les conduce a interpretar una distorsionada versión de La Bella durmiente…
“Con este espectáculo pretendemos acercar a los niños y niñas al lugar secreto de los libros, que siempre nos permiten viajar, inventar, imaginar y vivir otros mundos llenos de alocadas aventuras”.
Y como en el país de las hadas todo es hermoso, maravilloso y fabuloso, el 4 de enero El Retablo ofrecerá un montaje dulce y encantador gracias a una tierna historia de hechizos, magias y amistad: Mermelhada. Mermelhada es el nombre de una hada muy bondadosa y vuela de aquí para allá buscando la ocasión de hacer una buena acción.
Pero cada vez que quiere hacer el bien, le sale mal. ¿A que te suena? Desencantada con su condición de hada, pide a una anciana bruja que le enseñe. A pesar de que una milenaria rivalidad enfrenta a hadas y brujas, la anciana acepta darle lecciones. Poco apoco va creándose un vínculo muy especial entre maestra y alumna.
La anciana bruja ve en la hadita una especie de nieta a quien transmitirle sus saberes. Y la hadita ve en la anciana una especie de abuela que le enseña los secretos de la vida. Pero una tarde la anciana bruja es víctima de un hechizo, pierde sus poderes mágicos y cae en un profundo suelo del que no puede despertar.
Solo el abrazo de alguien que la quiera de verdad podrá despertarla. Pero quien la abrace perderá también sus poderes mágicos y su capacidad de volar. Sin dudarlo, Mermelhada abraza a la anciana bruja, que termina por despertar.
Aunque ya no tengan poderes mágicos, ambas comprenden que el mundo de los humanos también está lleno de magia. Como bien dice la compañía, “Mermelhada es una historia que nos invita a tener otra mirada diferente de los cuentos de hadas”.
Y, en el fondo, una mirada distinta también hacia la vida y todo lo que nos rodea, en ese principio de Titirimundi de impulsar en las generaciones más pequeñas el estímulo para crear un mundo mejor.