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En estos últimos años las empresas y sus trabajadores han explorado una nueva forma de llevar a cabo sus labores: el teletrabajo. Esta nueva disciplina ha traído consigo muchos beneficios, tales como ahorrar tiempo ya que no hace desplazarse a un centro de trabajo o conciliar en el caso de tener hijos.
Sin embargo, no ha solucionado uno de los problemas que se suelen tener en muchos trabajos, y son las molestias que puede acarrear estar sentado entre 6 y 8 horas al día. Aunque en todos los trabajos se cuenta con descansos para tratar de evitar estas molestias e incluso también para hacer descansos visuales, puesto que mirar mucho tiempo una pantalla también tiene efectos nocivos en nuestra vista, no resulta suficiente.
Sin embargo, frente a cualquier necesidad siempre hay un remedio para cubrirla, y la última solución que se le ha dado a este problema son las standing desk, o lo que es lo mismo, mesas que se regulan tanto para trabajar de pie como para hacerlo sentado. De esta forma se puede intercalar el tiempo de trabajo sentado con otro tiempo de pie, aplicable también al trabajo en oficinas. Pero al igual que cuando se trabaja sentado se debe hacer con unos determinados recursos y una postura concreta, cuando se trabaja de pie también.
Cómo trabajar de pie
No existe una medida concreta a la que deba estar la mesa respecto al suelo, ya que cada persona tiene una estatura distinta. Por ello, hay que tener como punto de referencia los codos, que deben estar a 90º, por lo que la mesa debe estar a su altura o un poco por debajo.
En cuanto a la postura de nuestro cuerpo, debe seguir recta, como también se recomienda que esté al sentarnos. Encorvarse no está permitido y para no caer en ello, se debe tener en cuenta que nuestros antebrazos han de estar reposados en el escritorio, por lo que hay que situarse cerca de la mesa. En cuanto a la pantalla del ordenador, para que nuestras cervicales no sufran, debe posicionarse a la altura de los ojos, y para que estos tampoco se vean perjudicados, se debe mantener una distancia de entre 50 y 75 centímetros.
Todo ello no serviría de nada si no se dispone de un calzado cómodo y tampoco si no hay un mínimo de movimiento. Por ello, hay que realizar desplazamientos por la oficina o la casa, al mismo tiempo que se sigue trabajando, y también reposando el peso del cuerpo en un pie y en el otro cada cierto tiempo.
Para probar esta opción
Si piensas que trabajar de pie no es algo para ti pero te ha llamado la atención, no hace falta que te lances directamente a comprar una standing desk, ya que existe otra opción. Hablamos de un soporte de escritorio regulable que puedes colocar en tu mesa habitual, y lo que es más, llevártelo a donde necesites. En Amazon puedes encontrar desde el más básico, perfecto para ordenadores portátiles, como otro soporte con un nivel para la pantalla del dispositivo y otro para el teclado y ratón.
Opciones de standing desk
Puedes elegir entre 2 modelos: manual o eléctrico. En el primer caso, la altura de la mesa se regula a través de una manivela que alarga o estrecha las patas de aluminio que puedes encontrar también en Amazon.
Si por el contrario prefieres invertir un poco más y optar por un modelo eléctrico, tienes la opción de adquirir las patas del escritorio con un panel táctil con el que podrás configurar hasta cuatro alturas, de entre 71 y 121 centímetros, y al seleccionar la que desees, podrás bloquearla. Por supuesto, IKEA tampoco podía dejar pasar la oportunidad de diseñar una standing desk, por lo que ahí también podrás encontrar un modelo eléctrico, disponible en 8 combinaciones de colores.