Contenidos
Enero trae consigo la vuelta a la rutina y a la vida laboral. Muchos dejan atrás los días de vacaciones y se sumergen en las tareas cotidianas. De acuerdo a numerosos estudios realizados, la vuelta post vacacional resulta más o menos llevadera según el ambiente y el espacio de trabajo. Y esto es precisamente lo que pensaba un estudio de arquitectura en Bratislava (Eslovaquia), Plusminusarchitecs, cuando reformó un antiguo apartamento del centro de la ciudad convirtiéndolo en un creativo estudio de diseño.
Un ejemplo claro de como una oficina puede alegrarte un lunes cualquiera e insuflarte ganas de trabajar. Adoptan el concepto americano de espacio abierto, con un único tabique, donde los muebles son las piezas encargadas de configurar las distintas áreas de trabajo sin necesidad de paredes ni puertas. Por este motivo, el mobiliario es diáfano, mezclando muebles contemporáneos de diseño escandinavo con objetos recuperados vintage como una máquina de coser Singer, una cámara de fotos antigua o bicicletas de estilo retro.
Plusminusarchitects seleccionó un antiguo apartamento de 1928 para este proyecto, dado que su construcción original, compuesta por una estructura de ladrillos y techos con vigas de madera, aportaba el toque de gracia.
Los techos y tres de los lados del estudio se revistieron con una capa de lechada blanca, salvo una cuarta pared constituida por una enorme pizarra negra presidida por un bulldog tatuado con mensajes inspiradores sobre las cosas importantes de la vida que sirve también para dibujar bocetos de los proyectos. Pintorescos detalles que buscan animar a los empleados en su día a día.
El presupuesto reducido de 7.500 euros fue destinado principalmente a eliminar todas las divisiones interiores existentes para conseguir crear un estudio fluido, abierto e iluminado. La oficina está articulada en varias zonas, contando con una sala de estar/espera, cocina, baño, zona de instalaciones, mesas de trabajo y despensero.
La decoración se basa en la filosofía de la firma de arquitectura de mezclar elementos nuevos, viejos y prestados, razón por la cual se aprecia una mezcla de estilos y materiales. Desde sillas de diseño modernista y colores fuertes hasta objetos reciclados vintage y retro; suelos de tarima de madera con paredes de ladrillo blanco o utilización de materiales como el corcho.
El objetivo final no es otro que el de un interior donde fluya la creatividad con un aspecto relajado y agradable. Se combina el trabajo con fórmulas de desconexión como jugar con la pizarra, a los dardos, pasar un rato tranquilo en la cocina, etc. El resultado: un moderno y creativo estudio de diseño lleno de energía positiva.
Imágenes: We Heart, Vintage&Life, Ilia Estudio, Archilovers.