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Dedicarse a crear productos no trata únicamente de pensar buenos diseños y de calidad; también supone una responsabilidad de imaginar, reflexionar e investigar para proponer soluciones que mejoren el día a día de las personas.

En los últimos meses hemos meditado mucho sobre qué efecto tienen en nosotros los espacios que habitamos, desde el punto de vista funcional pero también emocional.

Desde APE Grupo estamos convencidos de que el diseño de interiores es una disciplina que no solo ayuda a crear espacios agradables, sino que tiene la capacidad de transformar el presente y crear un futuro mejor.

Esto supone reimaginar los hogares de acuerdo a las nuevas necesidades de bienestar físico y mental de las personas; generar un modelo de negocio hotelero que dé respuesta a un nuevo perfil de viajero; redefinir los espacios de las oficinas en un equilibrio entre aprovechar al máximo los activos de la compañía y atraer talento; y, en las tiendas, dar un paso adelante para determinar cómo será la experiencia de compra del futuro.

salon decorado

Este proyecto, que iniciamos en 2021 con la primera edición del estudio The new hábitat: los espacios que habitamos en la realidad pospandémica, es parte del compromiso de APE Grupo por reflexionar y actuar de la mano de los arquitectos y diseñadores de interiores para que las viviendas, los hoteles, las oficinas y las tiendas respondan mejor a los retos del futuro. Este año hemos contado como novedad con un comité de expertos.

Desde aquí queremos agradecer a este grupo de profesionales que haya puesto al servicio de todos su experiencia y su profundo conocimiento sobre la disciplina, que nos han ayudado a dilucidar el nuevo modelo de los espacios que habitamos.

El nuestro es, en definitiva, un pequeño ejercicio que esperamos que permita a los diseñadores a proyectar esos espacios, una herramienta de apoyo que les proporcione información y una guía para realizar mejor su trabajo. A la vez, una forma de avanzarnos a los cambios y de entender el contexto en el que nuestros productos se enmarcan.

El interiorismo liminal

El término liminal viene del latín «limes», límite o frontera. Se define como un estado de paso, como una transición de un sitio a otro, como una situación umbral: algo que ya no es y algo que está por ser. Esta presunta paradoja es esencial para entender el diseño de interiores hoy en día: una disciplina capaz de tomar estos límites y borrarlos de una manera coherente y certera.

Poco a poco estas diferencias claras entre un hotel y una tienda, una oficina y una vivienda, un espacio público o una tienda se van desdibujando. Estamos en un momento de emergencia de nuevas etiquetas para estos espacios, tipologías innovadoras de estancias que definirán cómo viviremos en el futuro.

Un momento apasionante donde la visión del diseño de interiores acerca posturas con otras disciplinas y sectores como el urbanismo, el turismo, los recursos humanos o el negocio inmobiliario… Porque si esos límites entre los espacios desaparecen, también lo hacen las diferencias claras entre profesiones que, cada vez con más frecuencia, colaboran mano a mano para crear los modelos de las próximas décadas.

Mientras tanto en este informe seguimos diferenciando estos cuatro espacios que se fusionan, solo con la pretensión de ofrecer un análisis del presente que nos permita configurar el futuro de los interiores. ¿Nos acompañas?

Metodología

Este estudio se ha llevado a cabo a través de una metodología mixta cualitativa y cuantitativa. Para ello, se ha realizado una investigación de tendencias a través de técnicas de coolhunting en un marco internacional, además de reuniones con un panel de 11 expertos profesionales del diseño de interiores a nivel nacional.

Paralelamente, se ha realizado una consulta a expertos de los campos del diseño de interiores, la arquitectura y el producto en España. Se ha contado con 302 respuestas distribuidas por el territorio español. La consulta se realizó en febrero y marzo de 2022.

El diseño de interiores como creador de valor

Los últimos meses han servido para realizar una gran reflexión en torno al diseño de interiores desde diferentes puntos de vista. El impacto que este tiene sobre la salud ha sido clave en la conversación alrededor de la vivienda.

Pero en otros espacios también ha sido fundamental: los niveles de productividad en áreas o lugares de trabajo o la capacidad del interiorismo a la hora de influir en los ingresos de negocios en los sectores del hospitality o el retail son ahora piezas centrales en la manera en la que los profesionales se enfrentan a los proyectos.

«[En cuestión de sostenibilidad] no parecemos darnos cuenta pero, si algo es bueno para el planeta, lo más probable es que también sea bueno para nosotros, y no al contrario». Paula Aloy, Enblanc.

No es un fenómeno nuevo. Lo que sí ha cambiado es la conciencia que el sector del diseño de interiores ha tomado respecto a este asunto. Los profesionales practican una disciplina que entra con más frecuencia en cuestiones estratégicas, convirtiéndose en verdaderos aliados de los clientes, cuando hablamos de proyectos privados, o en proveedores de confort y salud en el terreno residencial.

Es decir, estamos ante una disciplina que aporta cada vez más valor al cliente a diferentes niveles. Esta creación de valor no solo se ve en el terreno de los negocios o la salud, sino que también se preocupa de proponer soluciones de futuro para mejorar el impacto y la huella del ser humano en el entorno.

Los profesionales del diseño están convencidos de que en el corto plazo se aplicarán mayores y más exigentes criterios de sostenibilidad. Es la opinión del 73,3% de diseñadores, frente al 66% que lo pensaba el año pasado, un incremento de más de seis puntos porcentuales en solo 12 meses.

«La sostenibilidad no supone renunciar a la novedad, sino pensar maneras en que su impacto sea el menor posible para el planeta».

Paula Rosales, More & Co.

«El interiorista es muy consciente de que su trabajo ayuda a construir el negocio.

No se trata de hacer tu proyecto, sino de hacer el mejor proyecto que necesita el cliente para la consecución de sus objetivos».

Borja García, Made Studio

El diseño de interiores aporta hasta un 67% de los ingresos de un hotel y determina el 79% del éxito de una tienda.

Un buen diseño de interiores mejora en un 78% la productividad en una oficina. 73,3% en 2022 (frente al 67,4% en 2021) de los profesionales está convencido de que se aplicarán criterios sostenibles más exigentes en el corto plazo.

Viviendas

Los próximos años auguran un futuro donde los hogares acabarán por convertirse en un espacio completamente multifuncional, a la vez que en santuarios que ayuden a cuidar del bienestar físico y mental de las personas.

Esto abrirá oportunidades para diseñadores e interioristas al reimaginar los espacios de acuerdo a las nuevas necesidades que se detectan. La cultura del cuidado ha estado más que presente en los hogares en los últimos meses: el cuidado de uno mismo, el de los demás, y servicios y canales que lo proporcionan (tanto digitales como físicos) se han vuelto claves para sobrellevar los momentos más críticos que la sociedad ha atravesado en los últimos tiempos. La preocupación de los consumidores por alcanzar unos niveles básicos de confort y seguridad van a ofrecer un nuevo enfoque de lo que conocemos por los cuidados.

sofa azul en salon

Esto impulsará nuevos diseños de productos y de espacios. Y lo hará desde una perspectiva multidimensional: la asistencia sanitaria, los rituales de salud en casa, los materiales y las soluciones saludables. Este sentido renovado de la conservación y preservación va a ser clave a la hora de diseñar la vivienda del futuro.

«La casa va a ser cada vez menos estándar y más personalizable. Sectores como el de la automoción o la moda ya aplican un cierto nivel de personalización en sus productos. Una tendencia que, sin duda, acabará por calar en la forma de plantear el diseño de la vivienda».

Carmen Baselga, diseñadora de interiores.

El colectivo frente al individuo se plasma en la creación de redes de apoyo vecinales y hogares intergeneracionales donde cuidar de los seres queridos. Paralelamente, cambios fundamentales en los estilos de vida, como la posibilidad de trabajo remoto, está generando nuevos patrones migratorios, motivando la demanda de productos flexibles, polivalentes y «para llevar a cualquier parte», hechos para –o inspirados en– estilos de vida nómadas, tanto tradicionales como contemporáneos.

Nos encontramos ante un momento de cambio de paradigma que configurará el futuro de la vivienda. Una transformación que, sin embargo, será lenta y compleja, pero que hará de transición entre cómo construíamos y planificábamos las casas en las últimas décadas y cómo lo haremos en el futuro.

Lo que nos depara este porvenir es una gran variedad de opciones de vida y, por tanto, también de vivienda, que serán impulsadas por los problemas de acceso a los hogares. Más que nunca la arquitectura y el diseño de interiores deben hacer esfuerzos por imaginar y proyectar inmuebles capaces de adaptarse al ritmo de los tiempos.

«Se está dando una transformación muy interesante en residencial de obra nueva, con promociones que ya tienen en cuenta las diferentes tipologías de familia. Se comienza a dar opciones a los compradores a la hora de definir el espacio, la distribución y no solo los acabados».

Isabel Blanco, Burondo

¿Cuáles son las cuestiones que priorizan los profesionales a la hora de diseñar una vivienda? (grafica pagina 20)

La casa resiliente

«La flexibilidad en los espacios va a ser beneficiosa para la sostenibilidad. Un espacio diseñado pensando en su posible traslado o transformación es un espacio que reduce desperdicios. Como diseñadores, eliminar residuos de obra es nuestra responsabilidad». Iolanda Gimeno, Isho Design.

El aumento de las catástrofes relacionadas con el clima y la salud a nivel planetario mueven a los científicos, ingenieros y diseñadores de todo el mundo a desarrollar espacios, productos y consumibles resilientes que puedan soportar climas extremos y crisis sanitarias o de suministros.

La vivienda debe responder a modelos y estrategias resilientes, capaces de resistir las diferentes crisis a las que la sociedad se enfrente, ya que «las consecuencias de la COVID-19 se reflejarán en la salud urbana y el entorno construido desempeñará un papel clave tanto en el contagio como en la resiliencia», explica Araceli Camargo, cofundadora de Centric Lab, laboratorio de neurociencia especializado en salud urbana.

Recuperar la construcción vernácula, optimizar los recursos que ofrecen las energías renovables e incorporar técnicas de diseño pasivo se han convertido en temas esenciales. Para el futuro próximo, las expectativas sobre el hogar se redefinirán para minimizar el impacto humano sobre el medio ambiente, potenciar la responsabilidad comunitaria y apoyar a una población cada vez más envejecida.

Drivers del cambio

El cambio climático y los fenómenos meteorológicos anormales pasarán a ser frecuentes, lo que forzará a muchas personas a habituarse a los desastres naturales y a tener que adaptar sus hogares a ellos. Estos cambios en el clima son un factor que ha sido clave en la decisión de muchas personas de alejarse de la masificación y los altos niveles de contaminación de las ciudades, invirtiendo así el éxodo rural que se protagonizó en España a mediados del siglo XX, con cientos de personas que vuelven al campo en busca de zonas más tranquilas y ambientalmente saludables.

La cuestión climática se une a los problemas de abastecimiento. En muchos países, estos contratiempos han puesto en entredicho la soberanía y autoabastecimiento de los mismos. La escasez se ha convertido en una casuística de nuestro día a día.

El precio de la energía y del petróleo, cada vez más altos, unido a la falta de alimentos, ya mueve las decisiones de muchas personas que buscan estilos de vida que les provean de mayor independencia: desde la autogeneración de energía, pasando por el acceso a la naturaleza o al autocultivo.

Claves para el diseño de interiores

Vuelta a los orígenes

Utilizando lo que ya existe, los diseñadores vuelcan sus esfuerzos en aprovechar los materiales del lugar, además de buscar alternativas de uso a los desechos haciendo que cobren una nueva vida.

La madera como material del futuro

Cada vez más arquitectos, diseñadores y contratistas eligen la madera como material con el que construir sus proyectos. «El precio del hormigón ha crecido mucho por los derechos de emisión de CO₂. Las diferencias de coste entre construir con madera y con hormigón se van a ir reduciendo», comenta Sandra Llorente, directora general técnica de Lignum Tech.

Los derivados industrializados de la madera ofrecen estructuras sólidas, buen comportamiento térmico y otras ventajas relacionadas con la eficiencia energética, la flexibilidad o la posibilidad de reutilizar materiales.

Espacios proedad

Los adultos de la generación del baby boom prefieren «envejecer en casa», en lugar de mudarse a una residencia, lo que significa que necesitan productos que se adapten a nuevas necesidades a medida que envejezcan y donde la clave será diseñarlos de acuerdo con una estética acogedora alejada de diseños que puedan parecer «de hospital».

Autosuficiente

Las viviendas deberán ser cada vez más autónomas, ya sea desde el punto de vista energético, con sistemas que reduzcan el consumo o por autogeneración, como desde el punto de vista alimentario, generando espacios de cultivo y almacenamiento.

Diseñado para durar

Los productos se diseñan pensando en su vida útil, incluso para pasar de generación en generación. El derecho de reparación será un nuevo paradigma que comienza a estar contemplado ya por legislaciones en el ámbito internacional.

Diseño bajo demanda

Este enfoque más fluido y flexible de los patrones de vida y trabajo impulsará en el futuro nuevas formas de producir y adquirirlos productos a medida y bajo demanda.

Lasso Loop pretende reducir la cantidad de veces que se saca la basura a un máximo de 3 a 8 veces al año. Este aparato compacto para la cocina recicla siete de los plásticos, vidrios y metales más comunes, y limpia y descontamina los objetos antes de triturarlos o desmenuzarlos. Una vez que el aparato está lleno, se puede utilizar una aplicación para organizar la recogida en casa, llevando la comodidad del usuario al siguiente nivel.

Partiendo de un enfoque especulativo del diseño bajo demanda, Samuel Esses y Jonathan Wong, de Superficium Studio, han diseñado una construcción dirigida a la creciente comunidad de biohackers de Estados Unidos.

Basándose en los principios de adaptabilidad y mejora del biohacking, la BioHacker’s Residence está planteada para establecerse en el desierto Red Rock, en Utah, y está diseñada para ofrecer privacidad y refugio a los visitantes que quieran explorar y aplicar procesos para mejorar su ser físico, como la impresión orgánica en 3D o la tecnología de edición de genes.

Las consecuencias

Uno de los efectos más palpables de las crisis que se han ido sucediendo en los últimos meses ha sido el de renovar y rehabilitar las viviendas. La mayoría de las personas se han dado cuenta de las carencias que sufrían sus hogares y ya demandan a las empresas nuevos productos que logren introducir en sus casas la salud y el bienestar.

Muchas compañías tecnológicas han comenzado a trabajar mano a mano con diseñadores y artistas para desarrollar productos ergonómicos para el hogar que sean igualmente elegantes y cálidos y promuevan la salud.

La calidad del aire, la contaminación acústica o que casa y dueño envejezcan de forma paralela, son algunas de las cuestiones que acaparan las conversaciones en un esfuerzo por crear viviendas que optimicen la salud y tengan propósito.

La gestión de los residuos es otra de las cuestiones que preocupan cada vez más a las personas. El europeo medio produce 502 kg de residuos al año (fuente: Eurostat).

Reducir el desperdicio de alimentos a cero suena utópico, pero sin duda se hace cada vez más factible gracias a aparatos que prolongan la frescura de los alimentos y movimientos que presionan a las empresas para que faciliten la reparación de sus productos.

La autogeneración energética y la soberanía alimentaria se han convertido en focos imprescindibles de la conversación cuando hablamos de ciudad y casa. Así, guiarán muchas de las decisiones a la hora de proyectar viviendas de todo tipo.

Partiendo de un enfoque especulativo del diseño bajo demanda, Samuel Esses y Jonathan Wong, de Superficium Studio, han diseñado una construcción dirigida a la creciente comunidad de biohackers de Estados Unidos.

Basándose en los principios de adaptabilidad y mejora del biohacking, la BioHacker’s Residence está planteada para establecerse en el desierto Red Rock, en Utah, y está diseñada para ofrecer privacidad y refugio a los visitantes que quieran explorar y aplicar procesos para mejorar su ser físico, como la impresión orgánica en 3D o la tecnología de edición de genes.

Case studies 

Geoship’s Livingry

La cooperativa californiana de construcción de viviendas Geoship’s Livingry ha desarrollado una vivienda geodésica de carbono cero, biocerámica e impresa en 3D a prueba de incendios e inundaciones, resistente a huracanes y terremotos y que puede instalarse en un plazo de dos a seis días.

Situado en una zona inundable, el Battery Playscape de 1,5 acres de The Battery Conservancy y NYC Parks (imaginado tras el huracán Sandy) tiene cinco zonas de juego situadas en una naturaleza biodiversa y tolerante a la sal. geoship.is 

Maria apartment

El estudio de arquitectura Bureau define el apartamento Maria como «un espacio físico desconectado que espera ser habitado de la forma más rica posible, sin prejuicios ni formas dirigidas de habitar».

De esta forma, anima a las personas a crear los usos y actividades que se llevarán a cabo en el espacio sin limitar su utilización a cómo está diseñado.

Sea Stem

Es un concepto de hábitat vivo del arquitecto francés Mathieu Collos.

Imaginando una sociedad en la que la humanidad vive en el agua debido a la subida del nivel del mar, las características de Sea Stem incluirían un arrecife artificial para ayudar a regenerar la vida marina, y actividades de kitesurf y foiling para ayudar a recoger datos ambientales a través de sensores a bordo.

Además, un espacio educativo permitiría a los visitantes participar en talleres de resolución de problemas y contribuir al desarrollo de futuras soluciones para el medio ambiente.

Vivir en comunidad

«Va a haber un gran cambio hacia el renting y el coliving, pero con algunas particularidades. Debemos pasar de un estándar a un modelo que tenga en cuenta los diferentes tipos de familia, las idiosincrasias propias de cada persona y que somos seres que dotamos de recuerdos a las cosas que poseemos. Un apego que nos acompaña de por vida». Alfonso Merry del Val, Merry Studio.

La crisis sanitaria y de abastecimiento, junto al sentimiento de desestabilidad, han provocado movimientos de solidaridad entre comunidades que, potenciados por las redes sociales, han generado nuevas redes humanas que no solo conectan, sino que empoderan a aquellos que menos tienen.

Diseñadores y arquitectos se preocupan por diseñar un espacio público que tenga en cuenta la comunidad y la conexión humana. En este panorama, la vivienda será el centro de esta red comunitaria.

A medida que la gente intente reducir su consumo y crear conexiones locales, los barrios y comunidades de vecinos adoptarán movimientos para compartir recursos: sistemas productivos, bibliotecas de herramientas, espacios comunes, vehículos o ropa.

Esto se deja ver en nuevas promociones residenciales, que ya incluyen áreas comunes con cocinas o salones para celebrar eventos, zonas de trabajo, etc.

De hecho, en el último año, el 73% estuvo más tiempo en su propio vecindario y el 62% de las personas dicen que su bienestar mental se ha beneficiado del sentimiento de pertenencia a su barrio (fuente: Ikea).

El sentido de barrio y proximidad será cada vez más importante, en un concepto donde los vecinos comparten lo que tienen a partir de adoptar una actitud más consciente respecto al consumo.

Las viviendas para personas mayores de Tetris y Sangberg disponen de un patio cubierto compartido —utilizado para talleres, ejercicio, como biblioteca y para descansar— en el centro

Drivers del cambio

Aunque aparentemente cada generación parece tener mejor calidad de vida que la anterior, la riqueza neta media de los jóvenes menores de 35 años en España se ha desplomado hasta un 93,7% desde 2005 (fuente: El Economista).

Todo esto, sumado a la subida de los precios del alquiler, deriva en una dificultad cada vez mayor para acceder a la vivienda. Las generaciones más jóvenes buscan alternativas que se centran en la comunidad y no en el individuo.

Entre estas alternativas de propiedad surgen modelos que permiten que productos antes reservados a unos pocos sean opciones cada vez más factibles para la mayoría, gracias a una lógica de compartir y de no pertenencia.

Esto es aplicable a cuestiones de diferente tipo, desde un gimnasio, pasando por un coche, un espacio de trabajo o una gran cocina para reuniones sociales.

Además, la crisis en la cadena de suministros que comenzó ya en 2020 y que ha supuesto un punto de inflexión en los últimos meses, moverá a las personas a buscar alternativas, debido a los problemas continuos para acceder a materias primas. En el futuro, será clave mejorar la resiliencia y la menor dependencia global de suministros.

Claves para el diseño de interiores

Zonas privadas más reducidas, zonas comunes compartidas

El modelo de consumo lineal comienza a difuminarse. En el futuro cambiará el sentido de propiedad para poner al servicio de los vecinos productos y espacios que puedan compartir y reducir así la cantidad de desechos. 

Smart solutions

Los productos tecnológicos se ven como compañeros que facilitan el disfrute y bienestar que aporta un hogar dinámico. Las personas buscan invertir en objetos más pequeños, funcionales e inteligentes. 

Servitización de los edificios

El concepto de servitización ha evolucionado en gran medida vinculándose con una nueva forma de producir y de consumir, más alineada con el paradigma de la economía circular. En vivienda, proliferan los espacios de pago por uso más que en propiedad.

Espacios para el remote working

Ya sea en zonas aisladas o integradas en otras estancias, los espacios interiores deberán adaptarse a una gran variedad de modelos de trabajo remoto y mixto.

Multifunción y flexibilidad

Frente a los modelos de vivienda que asignaban funciones concretas a cada una de las estancias, las necesidades actuales demandan un mayor grado de flexibilidad. Un mismo espacio debe poder usarse para cuestiones diferentes a lo largo del tiempo. La reducción de zonas privativas suscita ahora la necesidad de diseñar soluciones más flexibles.

Sistemas de construcción en seco

Permiten una mayor flexibilidad de la arquitectura interior, tanto en el momento de construcción como a lo largo de la vida útil del edificio.

Cirerers, covivienda cooperativa en Roquetes (Barcelona), es una construcción de madera y con separaciones interiores móviles gracias a su sistema de construcción en seco. Las zonas privativas de la casa cuentan con aproximadamente 40 metros cuadrados para ceder espacio a las áreas comunitarias.

Distributed Cooperative, en Australia, está basada en la idea de hogar compartido y ofrece servicios que suelen encontrarse en una sola urbanización pero diseminándolos en edificios más pequeños de uso mixto, como cocinas comunitarias, bibliotecas y espacios de coworking.

El proyecto se apoya en una plataforma digital que gestiona el uso colectivo de los espacios, animando a los habitantes a participar de forma activa en la comunidad.

Las consecuencias

Nuevos modelos de acceso a la vivienda hacen posible la entrada a aquellos que en otras circunstancias no se lo podrían permitir. Modelos como las cooperativas de viviendas o el built to rent abaratan costes pero también fomentan las buenas prácticas dentro de un sector demonizado (y no con falta de razón) como es el inmobiliario.

Sin embargo, la entrada de fondos privados en este tipo de modelo de vivienda genera fricciones. En la actualidad aparecen diferentes alternativas, desde las cooperativas de construcción, pasando por los hoteles coliving hasta las residencias gestionadas desde el real state.

Este debate será central en los próximos años y determinará el acceso a la vivienda de las nuevas generaciones. Con los efectos de la pandemia aún presentes y el empeoramiento de los problemas medioambientales, el localismo es una prioridad para empresas y consumidores.

Desde el abastecimiento de materiales hasta la producción, los diseñadores miran ahora a lo que ofrece el lugar y crean así productos con un profundo arraigo a la tierra a la que pertenecen.

Esta interacción con el entorno promueve el diseño de bajo impacto, priorizando el uso de artesanía local, empoderando a artistas y diseñadores y poniendo la conexión humana en el centro de la conversación. Es por eso que resulta clave que las empresas se hagan eco de estas actitudes y se alineen con los estilos de vida y deseos de los usuarios.

Un gran número de marcas se preocupan ya por ayudar a los consumidores a construir comunidades más sólidas que contribuyan a fomentar la relación entre ellos y a estimular la participación. Una encuesta llevada a cabo en EE.UU. demostró que para la mayoría de los norteamericanos (73%), sus vecinos son su comunidad más importante (fuente: Nextdoor).

Case studies

Happy Stations

Proyecto del estudio de arquitectura italiano ADML Circle que explora las construcciones del futuro basadas en el concepto de compartir. Los puntos de partida son los espacios comunes, que van desde jardines que cultivan sus propios alimentos hasta zonas de pasatiempos, pasando por espacios de trabajo o bibliotecas para el estudio y la meditación.

Te (N) Cuidado

Es una plataforma que imagina formas más sostenibles de generar estructuras de atención vecinal. El proyecto, que comenzó en marzo de 2020, busca proporcionar espacios de vida físicos en los que las personas puedan participar en acciones cooperativas e intercambiar conocimientos.

El proyecto aborda algunas de las desigualdades en la organización social, como la división sexual del trabajo en las esferas reproductiva y del cuidado de los niños, al tiempo que crea nuevas herramientas para articular lo que es el cuidado, reduciéndolo a su forma básica.

Aedas Home

La promotora inmobiliaria entrega su primera promoción de build to rent en Torrejón de Ardoz (Madrid).

La cocina como espacio vital

«A día de hoy, la cocina es un nodo de actividades, un lugar donde nos reunimos, trabajamos, aprendemos y donde pasan muchas cosas. Su diseño debería planificarse como una cocina social, flexible e inclusiva y no como un espacio aislado y focalizado a un único uso». Ana Ramón, Isho Design.

Más de la mitad de los particulares hizo reformas importantes en sus cocinas, como cambiar su diseño o renovar las instalaciones eléctricas o de fontanería —55% en ambos casos—. Uno de cada tres particulares reformó o aumentó el tamaño de la cocina durante las reformas —38% y 30%, respectivamente— (fuente: Houzz).

La pandemia ha obligado a repensar los espacios del hogar, buscando la flexibilidad y adaptabilidad, para recoger todas las actividades cotidianas de los miembros de la casa. La cocina ha sido la estancia que más carga emocional y de actividad ha sufrido.

Desde cocinar hasta trabajar o hacer los deberes, este rincón de la casa ha continuado evolucionando como un espacio social, convirtiéndose definitivamente en el corazón de la vivienda.

Como protagonista de la economía doméstica, la cocina, que durante los últimos años se planteó desde la perspectiva foodie, ahora gana terreno como un espacio social pero también funcional. A medida que crece en importancia y aúna cada vez más actividades, en el futuro, los consumidores esperarán que la cocina sirva para más propósitos, tanto prácticos como emocionales.

Drivers del cambio

La pandemia ha hecho que todos los espacios de la casa ganen en funcionalidad. El baño y en especial la cocina han sido dos de las áreas que más carga de actividad han soportado. Dos tercios de los consumidores hicieron cambios importantes en su cocina en 2021, mientras que dos de cada cinco usuarios aumentaron el tamaño o reorganizaron las paredes (fuente: Houzz).

En este boom de reformas de la cocina, los conceptos open space de los últimos años han generado una práctica diaria de la cocina, que poco a poco ha ido cambiando su función.

La cocina se multiplica ahora como una oficina o espacio de descanso, así como emocional, sirviendo como un lugar para el entretenimiento, no solo para la practicidad.

A pesar de que el 28% de las personas dicen que la amplitud es una de las cosas que más ha crecido en importancia en los últimos 12 meses (fuente: Ikea), los metros cuadrados medios de las viviendas descienden. Y el futuro augura una reducción mayor de los metros cuadrados privativos. Espacios como la cocina deberán ser más multifuncionales y polivalentes.

Magnet demuestra cómo las cocinas se están convirtiendo en extensiones de la sala de estar mediante el uso de muebles, obras de arte y objetos decorativos.

Claves para el diseño de interiores

El declive de las cocinas equipadas

Los consumidores buscan ahora productos e inspiración para crear un espacio hogareño y que potencie su creatividad y estilo personal mediante elecciones de materiales o colores poco convencionales y de herencia retro.

Pequeños espacios de trabajo en la cocina

La kitchen office queda totalmente integrada en la cocina al combinarse con muebles independientes o con las islas para crear diferentes estaciones para todo, desde trabajar y cocinar hasta comer y entretenerse.

Almacenamiento abierto

La despensa vuelve a aparecer para satisfacer la necesidad de almacenamiento esencial. Esto libera el espacio principal para zonas que recojan otras actividades además de cocinar, haciendo que se sienta más como una sala de estar que como una cocina.

La cocina exterior

En esa unión de espacios de comedor salón y cocina, también se abre al exterior y se equipan las terrazas y jardines con zonas para preparación de alimentos.

Las consecuencias

Las personas se reúnen ahora en torno a un espacio que ha pasado de estar apartado del resto de la casa, a tomar un protagonismo que lo sitúa en el centro del plan del hogar. En 2022 y en adelante, las cocinas seguirán teniendo un papel mixto y la zonificación se vuelve clave para la funcionalidad.

En esa búsqueda por integrar diferentes actividades dentro de un mismo lugar, cocina, salón, comedor y terraza se hibridan en un único espacio con apertura al exterior. Esto permite que los olores que se recogen normalmente en la cocina desaparezcan, además de integrar el exterior en el interior.

La cocina evoluciona hacia el espacio funcional último y acoge no solo las funciones relativas a la preparación de alimentos, sino que sigue evolucionando en su función de eje o punto de encuentro social.

Con el regreso de la vida social tras la pandemia, la cocina recoge aún más presión y mueve a los diseñadores a desarrollar modelos de cocinas más agradables. La salud se ha convertido en un tema fundamental y el cómo nos alimentamos, en una parte esencial de la conversación.

«Las cocinas deben tener mayor capacidad de flexibilidad. Deben ser un espacio polivalente, reunir diferentes actividades y, a nivel técnico, ser capaces de lidiar con olores y una fácil limpieza». Alfonso Merry del Val, Merry Studio.

Concepto de cocina abierta al exterior realizada con la colección Cross de APE Grupo.

Case studies

Roda

La empresa de diseño de exteriores ha añadido a su catálogo una cocina independiente para espacios abiertos, que puede incorporarse fácilmente a los montajes existentes.

Wickes

La firma británica de reformas ofrece la opción de contratar sus servicios de diseño e instalación, específicamente, para abrir un espacio de oficina en la cocina, como respuesta a la creciente demanda de encontrar un espacio dedicado exclusivamente al trabajo.

Cutwork

PolyRoom es una cocina prefabricada diseñada por el estudio de arquitectura francés Cutwork. Su flexibilidad hace que sea más fácil la transición de una tarea a otra en espacios reducidos, ya que cuenta con unidades modulares que se desplazan y ocultan o revelan diferentes componentes cuando se necesitan.

Hoteles

Ha sido uno de los años más complicados para el sector de los hoteles, con millones de consumidores en todo el mundo repensando su forma de viajar. Este gran driver ha significado la aceleración de tendencias que ya estaban sobre la mesa, pero también la aparición de otras nuevas.

Todo ello derivará en la aparición de modelos de hoteles que dan respuesta a una nueva forma de entender el viaje, tanto el de negocios como el de placer. Pero el papel del hotel como ente dentro de la ciudad también toma nuevas dimensiones, con espacios más conectados con su comunidad cercana.

Aparecen nuevos operadores turísticos que precisamente buscan humanizar el viaje y el proceso de planificación. De hecho, el 79% de los viajeros afirma que prefiere tratar con un humano que con un bot para planificar un viaje (fuente: SurveyMonkey).

Por eso surgen agencias de viajes que reformulan mediante plataformas digitales, pero que ponen la relación humana en el centro. Más como un curador de viajes cualificado que como un comparador de precios, nuevas agencias se posicionan sobre diferentes temáticas y valores.

Además, viajar sigue estando lleno de incógnitas, que son mayores cuanto más lejano es el destino. El 25% de los viajeros intentará evitar los vuelos comerciales y el transporte público abarrotados en un mundo post coronavirus (fuente: LuggageHero).

Esto provocará el incremento de los desplazamientos domésticos, lo que también favorecerá que destinos menos populares puedan ganar terreno en el turismo si aplican nuevas estrategias de atracción del visitante.

Los hoteles se han convertido en un elemento fundamental para atraer a los nuevos turistas: aquellos que buscan conectar con culturas más desconocidas, los que quieren conocer la cultura local cercana, a la que nunca habían hecho demasiado caso, o los que tienen la oportunidad de trabajar remotamente.

La hibridación de los hoteles y la aparición de nuevos modelos de viaje supondrá una gran oportunidad de recuperación para el sector. Y en este panorama, el diseño de interiores es cada vez una pieza más importante para la generación de un modelo de negocio preparado para el nuevo perfil de viajero.

«Como diseñadores, nuestra misión es la de resolver problemas. El auge del sector se debe no solo a que las personas cada vez tienen más cultura del diseño, sino que, como empresas, somos rentables porque sabemos detectar los fallos y solucionarlos de forma creativa». Erico Navazo, Erico Navazo Estudio.

«El nomadismo puede derivar en una oportunidad muy interesante de ingresos para el sector hotelero. La globalización y los nuevos modelos de negocio incrementan la movilidad geográfica en los puestos de trabajo. En muchas ciudades europeas es complicado alquilar una vivienda para un periodo de tiempo de entre 2 o 6 meses, por lo que los hoteles pueden dar solución a esta necesidad».Ana Ramón, Isho Design.

Hospitality como destino

«Cuando un viajero va a un hotel por la experiencia, es porque el hotel ha puesto el foco, no solo en rentabilizar las habitaciones, sino en generar una experiencia para el usuario a través de todos los espacios. Ha pensado en las personas que deben usar ese lugar». Rosa Colet, interiorista.

El viaje es una forma de conectar con la cultura de un lugar. Y el concepto de cultura para el viajero es cada vez más amplio, no solo tiene que ver con las artes tradicionales como el teatro, la música o la visita a museos, sino también con la conexión de una manera más profunda y cotidiana con la forma de vivir de una población en particular.

Es por ello que los distritos dedicados al diseño y a las profesiones creativas se han convertido en un polo de atracción para una nueva generación de viajeros.

Compartir restaurantes, comprar en las mismas tiendas, visitar sus centros culturales o incluso laborales, se han convertido en actividades propias del viaje.

Locales comerciales como tiendas, hoteles y restaurantes son puntos calientes de atracción del viajero. El sector hospitality y retail, consciente de su capacidad de atraer a un público más diverso, ha confiado en las disciplinas del diseño de interiores y la arquitectura para dotar a sus locales de un aire único, llegando al extremo de convertirse en verdaderos destinos turísticos por sí mismos.

Algunos hoteles, como Gran Paradiso en Ibiza, Equinox en Nueva York o Good Time Hotel en Miami, son lugares de peregrinación para un grupo de viajeros que busca creatividad y experiencia a través del diseño.

Cientos de restaurantes cada día reciben visitas gracias a su proyecto de interiorismo. Y las revistas de diseño dedican innumerables artículos a crear guías informales para quien visita una ciudad.

Paradiso, en Ibiza, cuenta con un diseño de Ilmiodesign. Un hotel con un interiorismo cuidado al milímetro y basado en la nostalgia para los amantes del diseño y del art decó. En los diferentes hoteles del grupo Concept Hotel Group suceden eventos cada día, de modo que el propio establecimiento se convierte en el destino.

Drivers del cambio

Tras muchos meses donde los viajes han estado completamente paralizados, los expertos auguran un efecto rebote al que llaman fatiga pandémica.

Hoteles y espacios de hospitality se postulan como un antídoto ante este fenómeno, proyectando ambientes pensados para el feel good desde el punto de vista estético y conceptual.

A la vez, cientos de lugares se han visto sobrepasados con la vuelta de los viajeros, generando estrés ante la masificación de determinados destinos, sobre todo los naturales.

La búsqueda de alternativas lleva a los hoteles a crear una oferta menos masificada que permita disfrutar a sus huéspedes sin las incertidumbres de salir de sus instalaciones.

La necesidad de desconectar es evidente, incluso cuando los viajeros quieren evitar los grandes desplazamientos. «La gente aprecia que puede vivir experiencias enriquecedoras sin tener que cruzar medio mundo», explica Sara Clemence, cofundadora de The Expedition.

Esto permitirá a destinos menos populares la creación de una oferta interesante y los hoteles jugarán un papel fundamental.

Las consecuencias

El diseño de interiores jugará un papel fundamental a la hora de definir la oferta del hotel: desde los servicios a la decoración, pasando por la experiencia en las habitaciones o las actividades en las zonas comunes.

Se trata de una tendencia fundamental con un diseño de interiores con capacidad de atracción del turista. El hotel se configura como un espacio liminal, donde no solo se trata de la experiencia alojativa, sino de la oferta que se configura a su alrededor. Por eso será esencial encontrar a los compañeros adecuados.

Más allá de los sentimientos de diversión y el ocio, la experiencia del hotel se conecta también con la oferta culinaria y cultural. En este sentido, el establecimiento hotelero se configura como un elemento que pone en común al cliente con la cultura, gastronomía y diseño local, generando una oferta única, lejos de las fórmulas globalizadas.

El director indie Wes Anderson ha rediseñado recientemente el tren British Pullman, A Belmond Train, England, reproduciendo los vagones de estética de sus películas Viaje a Darjeeling y Gran hotel Budapest.

Claves para el diseño de interiores

Más es más

Quizá la tendencia que mira menos a la sostenibilidad y que se presenta como un escape ante las preocupaciones del día a día. Con una decoración donde todo vale, el objetivo de estos espacios es hacer que el cliente se olvide de lo cotidiano para entrar en un mundo de experiencia.

Espacios con narrativa

El diseño de interiores trabaja una narrativa que permite al hotel contar una historia, ya sea a través de elementos culturales (como el cine o el arte) o de la generación de experiencias de ocio.

Interiorismo para el disfrute

La vida nocturna, el ocio desenfrenado y la coctelería son una parte fundamental de una oferta hotelera que va más allá de pasar la noche y que combina el hedonismo con las mejores calidades hoteleras..

La Sala Equis, con interiorismo de Plantea, se ha convertido en uno de los puntos de referencia de la ciudad de Madrid, gracias a un proyecto que respeta elementos originales de la sala de cine para dejar a la vista estructuras y bastidores. Una mezcla entre cine, snack bar y zona de copas configura una oferta cambiante, donde el mayor atractivo es el espacio. Fotografía: Nicolas Vigier

Fotografía: Nicolas Vigier

Ian Schrager, cofundador de Studio 54, abre en uno de sus últimos concepts hotels, PUBLIC, House X, una discoteca «explosiva» y un «carnaval ininterrumpido» creado en colaboración con House of Yes, una empresa de Brooklyn conocida por sus actos circenses y sus eclécticas fiestas de baile. Influenciado por el festival Burning Man, el espacio en sí está diseñado para ser táctil.

Fotografía: Brendan Burke

Case studies

Hotel Goodtime

En Miami Beach y del músico Pharrell Williams, se ha convertido en uno de los grandes destinos de la ciudad. Con un interiorismo y paisajismo que ha aparecido en revistas de todo el mundo, el hotel revisita el espíritu art decó americano y se centra en el disfrute y la diversión, con actividades durante todo el día. thegoodtimehotel.com

Movie Hotel

El grupo hotelero chino se asoció recientemente con Jingrenyuan, especializado en historias de misterio, para animar a los huéspedes a colaborar en la resolución de las intrigas.

«Los modelos híbridos de hoteles son ya una realidad y conceptos como el coliving resonarán mucho en el futuro del sector». Borja García, Made Studio.

Drivers del cambio

La entrada de players como los alquileres de vivienda vacacional C2C han generado problemas de acceso a la misma. Plataformas como Airbnb han provocado grandes incrementos en los precios de alquiler en determinados barrios o ciudades.

«No sólo se vuelve contraproducente para los inquilinos que buscan reducir los costes del alquiler mediante el subarriendo a corto plazo, sino que también crea una dependencia de la plataforma para obtener ingresos», explica Simon Lovick, director de contenidos de Founders Factory. Solo en el Reino Unido, hubo un aumento del 1.000% en los alquileres a corto plazo entre 2015 y 2021, mientras que en Canadá, solo había 3.200 viviendas disponibles en el mercado inmobiliario de Toronto a principios de 2022 (fuentes: CPRE, Bloomberg).

Aparecen nuevas plataformas de viajes que se reformulan mediante soportes digitales, pero que ponen la relación humana en el centro. Más como un curador de viajes cualificado, que como un comparador de precios, nuevas agencias se posicionan sobre diferentes temáticas y valores. Esa humanización del turismo es patente en el 79% de los viajeros, quienes afirman que prefieren tratar con un humano que con un bot para planificar un viaje (fuente: SurveyMonkey).

El fenómeno de globalización ha generado que volvamos la mirada a formas de viajar del pasado, donde la conexión entre las personas o la visita a lugares menos turísticos era más habitual. El pasado y lo local se convierten en un entorno seguro, pero también en una forma de conectar con lo cercano.

The Human Hotel es una plataforma que permite alojarse en casas de locales con gustos compartidos. La iniciativa clasifica las diferentes disciplinas o áreas en las que tanto huéspedes como anfitriones están interesados: música, arte, ciencia, filosofía, etc. Dentro de la experiencia, se incentivan meaningful meetings entre ambos, conversaciones breves para compartir intereses.