No podemos negar que el mercado es cada vez más competitivo y complejo. Las empresas, grandes y pequeñas, piensan mucho en cómo diferenciarse, en cómo ofrecer mejor servicios y productos y, en definitiva, en cómo afrontar esta crecida constante de competencia. Si bien es cierto que muchas son las opciones que se pueden tener, la externalización de servicios es una de las más usadas. Empresas como EULEN se encargan de dar servicio a todas estas empresas con un sinfín de servicios que pueden externalizar: desde la limpieza de las instalaciones, hasta servicios de ingeniería o sociosanitarios.

¿En qué consiste la externalización de servicios?

La externalización de los servicios es, básicamente, la subcontratación de algunos servicios a empresas externas.

Las empresas externas se encargarán de realizar todo estos servicios, ya sea porque la empresa que contrata no tiene formación o preparación suficiente o simplemente porque quiere aprovechar otras ventajas de subcontratar.

No pensemos que esto es únicamente apto para las empresas grandes, pues las pymes también pueden recurrir a su práctica; y es que existen un sinfín de servicios que se pueden externalizar, desde la limpieza de los locales e instalaciones, el mantenimiento, servicios auxiliares y medio ambientales, soluciones de RRHH, ingeniería o incluso servicios sociosanitarios. Hay, además, muchas áreas que ya son externalizadas en la gran parte de las empresas sin importar su tamaño, como puede ser el asesoramiento legal o los servicios de contabilidad.

Ventajas de la externalización de servicios

Reducción de costes fijos

Los costes fijos de la empresa que subcontrata se reducen. No obstante, aumentan los costes variables. Aun así, los costes variables son más fácilmente prescindibles en un caso de necesidad.

Por otro lado, hay que pensar que cuando se subcontrata apostando por personal especializado, es más fácil que al realizar cada acción conlleve menos coste. La cualificación abarata, sin duda.

Mejor servicio

Cuando se contrata a gente especializada para realizar determinadas tareas, se apuesta por servicios de mayor calidad. La externalización de servicios no sólo nos permite ahorrar costes, también facilita una mejor realización de las actividades. Esto se traduce automáticamente en mayor tiempo para los trabajadores de la empresa para invertir en los clientes.

Aumento de la productividad

Cuando el personal de la empresa no tiene que encargarse de funciones que se pueden externalizar, cuentan con mayor tiempo para poder enfocarse a su labor. Delegar funciones en especialistas hace que las empresas, en líneas generales, vean aumentada su productividad.

Perfiles de profesionales y especialistas más asequibles

En el caso de que una empresa quisiera incorporar en su plantilla a determinados profesionales y especialistas, el coste se dispararía. Al externalizar algunos puestos y trabajos, se opta por la contratación de una empresa, que ofrecerá precios mucho más competitivos para cubrir estos puestos y, además, evitará procesos de selección larguísimos.

Reducción de riesgos

Al dejar en manos de otros profesionales, perfectamente cualificados, trabajos concretos, nos podemos asegurar de su correcto desarrollo y ejecución. De esta forma, evitaremos en gran medida errores innecesarios y riesgos.

En líneas generales, podemos decir que la externalización es una buena práctica para las empresas, grandes y pequeñas. Conviene realizar un estudio de cuáles son las áreas que podrían delegar en terceros y apostar por ello para valorar los resultados.