Los casinos no son sólo lugares en los que jugarse el dinero. Algunos son joyas turísticas y lugares de gran interés estético e incluso histórico. Aquí podéis ver una selección de los mejores casinos que nos hemos encontrado, en los que lujo y encanto van de la mano.
Hoy os haremos una selección de algunos de los lugares de juego más bellos y lujosos que existen. Y ¿por qué hacemos artículos de este tipo? Muy sencillo, muchos de nosotros no tenemos la posibilidad de viajar hasta estos lugares habitualmente (obvio) y nos gusta mostrároslos desde la tranquilidad de vuestro hogar. Aunque, si os gusta la idea de pasarlo bien jugando, os pica el gusanillo y esto os pilla muy lejano, no olvidéis que tenéis la posibilidad de hacerlo online a través de muchos tipos de plataformas. ¿Qué tal echar, por ejemplo un Bingo por internet con páginas como Binguez.es? Tendréis la diversión del juego sin moveros de vuestro sofá más cómodo.
Pero bueno, hecho este inciso, continuamos viajando también desde nuestro asiento. Comenzamos con uno de los casinos más míticos que existen a nivel mundial: El Casino de Montecarlo. Son cerca de 150 años de historia los que ha vivido este lugar. Lo construyó Charles Garnier, quien también se encargó de la Ópera de París. Su arquitectura es claramente fiel al característico estilo de Garnier, quien lo llamaba «estilo Napoleón III», y así se quedó. Este casino es uno de los mayores atractivos turísticos que ofrece el Principado de Mónaco, aunque los ciudadanos de Mónaco no pueden acceder a las salas de juego. Su historia se remonta en el siglo XIX. El príncipe Florestan I legalizó el juego en 1854 y 2 años después apareció el primer casino. El príncipe Carlos III mandó que se construyera un barrio nuevo, Montecarlo, en el que también contaba un nuevo casino. Ese nuevo casino comenzó a construirse en 1858. 3 años más tarde se entregó una concesión por 50 años a François Blanc para que operara las salas de juego y conseguir un mayor éxito. En 1863 se abrieron las nuevas instalaciones y en 1910 se le añadió un teatro. Además de ese teatro, el Gran Teatro de Mónaco, también tiene una ópera, una casa de ballet y la sede de los Ballets de Montecarlo. Desde 1818, el dueño de este casino es la Societé des Bains de Mer.
En la ciudad alemana de Baden-Baden nos encontramos con uno de los casinos más antiguos y espectaculares. El Casino Baden-Baden cuenta con más de 250 años de historia. En él también se celebran galas, bailes y conciertos. Al igual que la ciudad de Baden-Baden, el casino más antiguo de Alemania está dirigido al turismo, especialmente al más pudiente. Su interior rococó que nos traslada al Palacio de Versalles es uno de sus mayores encantos, por eso Marlene Dietrich lo describió como «el casino más bello del mundo«. Tiene 128 máquinas de juego y 17 mesas de juego.
Más de 3000 máquinas tragamonedas, 750 mesas de juego, 350 tiendas de reconocidas marcas, 30 restaurantes y 3000 suites nos esperan en el Venetian Macao, en China. Este casino puede presumir de ser uno de los más lujosos y supera con creces al Venetian de Las Vegas. Su estética no pasa desapercibida. Tiene canales que se recorren en góndolas, simulando la famosa ciudad veneciana. Se encuentra en Macao, el único lugar de China en el que esta recreación está permitida. Esta región de China que compite directamente con Las Vegas en este tipo de entretenimiento.
El Hotel y Casino Bellagio es uno de los iconos de Las Vegas. Presume de un galardón de 5 diamantes por su sofisticación y atención a los clientes. En su interior alberga 2400 máquinas tragamonedas, mesas de juego, y apuestas deportivas y a las carreras de caballos. También se celebra el Tour de póquer internacional. Aunque tiene 40 mesas de juego, las personas que más fuerte apuestan cuentan con un lounge privado, el «Baby’s Room». Esta sala tiene 2 mesas y permite a los participantes disponer de servicio de comida las 24 horas del día, pantallas de plasma y servicio de tragos.
El casino más antiguo del mundo está en Italia. El Casino de Venecia está sobre el Canal Grande de la ciudad. Se abrió en 1638, en el siglo XX alcanza su esplendor y en la actualidad es uno de los atractivos turísticos venecianos más lujoso. Su interior es muestra de ello: tapicerías de cuero labrado, lámparas de araña y muchos detalles cuidados, entre otras muchas cosas en las que centrar la atención.
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