Una de las fórmulas secretas para un hogar exclusivo y fuera de lo común es acudir al mobiliario de diseño. Dentro de este campo las posibilidades son inmensas, desde muebles de diseño futurista donde la tecnología juega un papel imprescindible hasta muebles que parecen imposibles empapados de formas arquitectónicas. Por ello, en este post recopilamos algunas piezas únicas que pueden dar ese toque especial a nuestra vivienda.
En primer lugar, podemos empezar hablando por Pio Manzù, protagonista por excelencia del diseño automovilístico italiano durante la década de los sesenta. El “sillón fisiológico” creado por el artista en 1967, fue lanzado por la firma italiana de diseño Alias como “Sillón Manzú” en 2011. Una pieza única recuperada gracias a los archivos de la obra, la cual se inspira claramente en la industria automovilística. Va acompañado de un reposapiés con una base de cuatro estrellas, manteniendo en ambas piezas un diseño coherente y las proporciones originales.
El valor reside fundamentalmente en la figura histórica de Pío Manzù, uno de los primeros diseñadores que concibió la relación hombre-máquina más allá de la mera funcionalidad. De ahí que, teniendo en cuenta los aspectos de seguridad y bienestar, fuera capaz de innovar y convertirse en un auténtico pionero en el campo de la ergonomía, entendida como la disciplina tecnológica especializada en el diseño de lugares de trabajo o cualquier otra herramienta adaptada a las características fisiológicas del individuo.
El sillón se compone de espuma de poliuretano con base de aluminio fundido, pulido y esmaltado en varios tonos. Las dos piezas quedan tapizadas en cuero de colores sobrios y elegantes perfectas para una estética modernista.
Un sofá de diseño algo más futurista es el creado por el estudio italiano ZO_loft. Se trata del QWERTY sofá que imita el teclado de un ordenador. La idea de esta original creación surgió del constante hábito que lleva a muchos a quedarse dormidos sobre el ordenador. Una pieza cargada de ironía que pretende recrear esta conexión permanente con nuestros dispositivos tecnológicos.
Es mucho más que un sofá-cama, mediante un sistema de motores eléctricos controlados por un mando a distancia, cada tecla individual que compone el sofá es regulable en altura, aportando total libertad sobre cómo hacer uso de la superficie disponible. El objetivo no es otro sino el de un mueble de diseño útil para la vida cotidiana del individuo y, tal y como dicen sus creadores, “felices de dormir finalmente cómodos en su teclado”.
Si nos alejamos de lo convencional podemos encontrar obras sorprendentes. Cabe destacar el “Period Clock” de Tamer Köseli, un diseñador multidisciplinar cuya sede se encuentra en Estambul. Un reloj de diseño minimalista que se compone de tres círculos para indicar las horas, los minutos y los segundos. En fundido negro, madera o blanco cumple las mismas funciones y por la noche es capaz de resplandecer para marcar las horas.
La estantería “Chuck” ideada por el diseñador Natascha Harra-Frischkorn, y recogida en su portfolio Hafriko, surgió de la idea de crear un espacio flexible e individual para cualquier objeto. El estante de madera simple que lo compone es capaz de desplegarse en un sistema formado por tablones de madera flexibles adaptados a cualquier objeto que se desee colocar encima.
Permite experimentar formas diferentes según deba contraerse o expandirse para aquello que se desea poner. Como si de olas se tratara da cabida a gran cantidad de artículos y, sin duda, no se ve habitualmente este tipo de creaciones.
Estas son algunas de nuestras sugerencias sobre mobiliario de diseño ¿Y vosotros, tenéis algún objeto extraordinario que queráis compartir?
Imágenes: Freshome, Designboom, Fubiz.
