El hogar es el entorno más importante para una familia. Su cuidado implica tiempo y dedicación, en ocasiones mucho más de lo que queremos; sin olvidar el gasto económico que esta actividad supone. Buscamos fórmulas para cambiar esta tendencia y afrontar las labores domésticas con una mayor optimización de todos los recursos.

Productos efectivos y de confianza como Somat son un ejemplo de cómo se puede alcanzar este objetivo, y se puede completar con una serie de acciones y hábitos que ayudarán a ahorrar tiempo, dinero y esfuerzo en las labores del hogar. 

La sensación de orden en una casa aporta tranquilidad y reduce los niveles de estrés. No es fácil alcanzarla. Ropa que se ha secado y está lista para ser recogida, las cajas del último pedido, los platos que todavía no han sido lavados…

Guarda todo esto. Es un buen primer paso para conseguir una vivienda ordenada. Es recomendable reservar un espacio para la ropa limpia, una caja grande o una mesa; como paso previo a su planchado. No la dejas en un sitio diferente cada día. Este es un proceso muy habitual y la automatización puede ayudar.

Evidentemente, cuanto antes se planche y guarde en el armario, mejor para la armonía de la casa; pero si no tenemos tiempo para ello en este momento, entonces hay que buscar un sitio recogido y que no esté a la vista para la ropa limpia. En este sentido, establecer un calendario de lavados puede ayudar a la organización del tiempo. Se puede reservar un día para la ropa de color y otro para la blanca. 

¿Tienes lavavajillas o lavas los platos a mano? En cualquier caso, hay que acostumbrarse a recoger la vajilla tras cada comida, ya que la acumulación de platos en el fregadero es una de las peores sensaciones que se pueden ver en una casa. En ambas funciones se recomienda utilizar productos de limpieza de calidad, ya que 

¿Cuándo hay que barrer?

Es una de las tareas más tediosas. Lo ideal es barrer una vez al día, a fin de evitar la acumulación de polvo, y con organización esta tarea no requiere más de quince minutos diarios. Un día para el baño, el siguiente para la cocina y otro para el resto de la casa. Se puede entender cómo una acción necesaria que se realiza cada día, como el comer. Si se consigue este hábito, el ahorro de tiempo es considerable, ya que esperar a que la suciedad se acumule, la limpieza será después más compleja e implicará un par de horas de dedicación. Hay que prestar especial atención en los armarios y las mesillas de noche, donde una suciedad acumulada puede generar problemas en el futuro. 

La ventilación es importante

Las empresas especializadas distribuyen productos de calidad y de mucha eficacia para la ventilación de una vivienda. Es un proceso necesario, ya que aporta una renovación del aire que respiramos. Es especialmente importante en los aseos, donde se pueden acumular humedad y los peores olores. Después de cada ducha, hay que abrir las ventanas para evitar que se forme moho, el cual puede dañar los cristales. Es una acción sencilla que ahorra tiempo en las labores del hogar, pues la limpieza futura de estos riesgos implicaría mucha más dedicación.